Retrasan el embarque del vuelo para que un soldado vea en vivo el nacimiento de su primer hija

Quienes eligen la carrera militar saben que deberán pasar varios períodos de tiempo fuera de sus casas, lejos de los seres queridos, pero es un sacrificio que los soldados soportan con frecuencia y con ganas. Eso no les impide que formen una familia, obviamente, aunque sea más difícil. Lo sabe bien Brooks Lindsey, que no pudo estar presente en el nacimiento de su primer hija, pero que de todas maneras ayudó a su esposa desde lejos, a través de una videollamada, mientras intentaba tomarse un avión para llegar hasta ella. Entre la licencia y los retrasos de los vuelos, lo más extraordinario es que el equipo del aeropuerto retrasó su vuelo para que Brooks pudiera ver en vivo el nacimiento de su hija.

via Facebook / Tracy Dover

Un padre haría cualquier cosa para estar presente en el nacimiento de un hijo, incluso apoyar a su esposa o pareja en un momento tan delicado. Brooks Lindsey estaba con base en Texas mientras se preparaba para un despliegue de nueve meses en Kuwait; el hombre sabía que había pocas esperanzas para que pudiera regresar a su casa para el nacimiento de su primer hijo. Además de eso, su esposa Haley había dado a luz con 2 semanas de anticipación debido a algunas complicaciones, tomando a Brooks desprevenido.

A pedido de la misma Haley, a Brooks se le otorgó una licencia, para que pueda dejar su base en Texas y volar hasta el hospital en el que su esposa estaba por tener un parto de emergencia. Para dejar su puesto, Brooks tendría que esperar hasta la mañana siguiente y abordar mientras Haley estaba en trabajo de parto.

Cuando quedó claro que no iba a poder llegar, su madre, presente en la sala de parto, le hizo una videollamada para que pueda asistir al menos virtualmente al gran evento. No estaba permitido filmar en la sala de parto, pero la mujer trató de ser discreta. Brooks estaba esperando en Dallas para tomar su segundo vuelo, pero estaba claro que ya el retraso no le permitiría llegar a tiempo al hospital. Sin embargo, no estuvo mal, porque este descanso entre los dos vuelos le permitió acompañar a su esposa y al final, asistir al parto. El momento del embarque, de hecho, fue decisivo: "¡No dejen que suba a bordo del vuelo! ¡Ella está aquí! ¡Está aquí!", gritó el médico de la sala de parto. En ese momento, todo el aeropuerto se mostró solidario con el padre primerizo y el equipo retrasó el embarque para que pueda asistir hasta el final al nacimiento de su hija.

"Estaba muy enojado por el retraso del vuelo, hasta que vi nacer a mi hija, porque si hubiera estado en el vuelo me habría perdido todo ese momento" contó Brooks, "Cuando vi a mi hija ha sido emocionante, ella es mi primer hija y simplemente me ha llenado el corazón de alegría, era perfecta".

Algunas horas después, Brooks logró llegar al hospital y sostener a su pequeña Millie, primera hija, en sus brazos. El hombre pudo ver a su esposa luego de 3 meses y gozó de 4 días de licencia con su nueva familia, antes de volver a partir para su misión.