Mamá renuncia a la patria potestad de su hija de 3 años porque no logra crear un lazo con ella
En nuestra sociedad hay muchísimos temas tabú donde se prefiere ignorar la existencia en vez de profundizarlos. Entre estos están las muchas convicciones respecto a las nuevas mamás: ¿una progenitora debería amar al propio hijo siempre y como sea? O mejor: ¿es posible que una madre no logre amar a la propia hija como debería? La joven Laury Leonardi ha revelado, en una desgarradora confesión, querer renunciar a la patria potestad de crianza sobre su hija de 3 años, exactamente porque no ha logrado jamás crear un lazo fuerte con ella. Se trata de una elección dolorosa, que la joven ha tenido el coraje de afrontar. Naturalmente, no faltaron las polémicas al respecto.
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Laury Leonardi, 23 años, ha explicado entre las lágrimas no haber logrado jamás amar a su hija Mia, como una verdadera madre. Lo suyo es una historia parecida a la de tantas otras jóvenes madres, quedando atrapadas en un embarazo no deseado y dejadas solas por sus parejas. Laury quedó embarazada a los 19 años, un evento que le revolucionó la vida y que hoy, teniendo 23 años, siente no ser una buena madre o al menos como quisiera. Todas las madres afrontan momentos de incertidumbre y frustración, pero es raro no lograr crear un lazo con el propio hijo. Laury, sin embargo, ha decidido renunciar a su patria potestad como madre:
"Los primeros meses estaba andando bastante bien, le di de comer, lo hice porque era normal. Le hice el baño, la vestí como se viste una muñeca porque me habían dicho que era así, que debía mimarla. Pero apenas estuvo un poco más complejo, como jugar con ella, abrazarla, besarla, leerle cuentos, ha sido muy complicado. No lograba crear un lazo con ella", ha confesado Laury.
El dramático testimonio de Laury ha continuado con estas palabras: "Mia era una niña que lloraba mucho, lloraba siempre y no sabía como calmarla. Era tipo, "Ok, es culpa mía, ¿estoy haciendo algo equivocado?" Tenía miedo de hacer algo de la cual me habría arrepentido. He comenzado a sentirme en culpa, a decirme que era una mala madre". Laury ha tenido una mala experiencia durante estos primeros años donde ha experimentado la maternidad, tanto de haber sido internada en el hospital y someterse a un tratamiento antidepresivo. En este contexto, la mejor elección que hacer por el bien de Mia era el de alejarla: Laury ha pedido ayuda a una asistente social y al final ha decidido renunciar a sus derechos de madre.
"Han pasado unos años desde la última vez que la he visto. La extraño, en el sentido que igualmente aprendí a amar a Mia. Es solo que no la amo como una madre. La amo como una niña cualquiera que estaba bajo mi responsabilidad" explicó la mujer. "Sé que está mejor sin mi" ha continuado Laury, "Y al menos tiene una vida sana, tiene todo lo que necesita. La dieron en adopción a una familia excepcional y esto es todo lo que quería para ella, una verdadera familia y la mejor vida que habría podido darle. Y estoy mucho mejor desde cuando sé que está bien".