Cuida a un niño en la escuela donde trabaja: dos años después lo adopta y se convierten en una familia
A menudo suele decirse que convertirse en padre es lo más hermoso del mundo y un hijo puede cambiar la vida para mejor, pero no todos tienen la posibilidad de tener niños o en algunos casos, no son capaces por varias razones de cuidar solo uno. Por eso sucede que existen muchos niños sin una casa y a la espera de que alguien se "de cuenta" de ellos y le de lo que necesitan. Lo que sucedió en la historia que estamos por contarles es algo especial que mejoró la vida de dos personas.
Un niño y una joven mujer se conocieron por casualidad en la escuela y nunca más se separaron porque ella decidió adoptarlo. Descubramos juntos su historia.
Paige Bramlett es una joven maestra de Franklin, Indiana, que se encontró accidentalmente trabajando con William, un niño solo. La mujer cubría el papel de especialista en comportamiento en la escuela primara donde el pequeño iba todos los días y por mucho tiempo, se ocupó de él. Como ella misma dijo en una entrevista: "El trabajo con William era cara a cara y pasábamos 3 horas al día juntos, trabajando en varios aspectos del comportamiento y de como estar en sociedad. Inicialmente tenía muchas dificultades, desde hace mucho tiempo en el sistema de custodias, siempre solía aislarse y permanecer distante". Una situación que inmediatamente llamó su atención y que la afectó profundamente.
Con el paso de los días, sin embargo, los dos comenzaron a entrar en confianza y a hablar, hasta cuando William no se presentó más a la escuela. Investigando el por qué, Paige descubrió que sus ausencias estaban ligadas a varios problemas relacionados con las instalaciones donde lo acogían. Esto hizo que la mujer se alertara y comenzó a hacerse muchas preguntas sobre el niño y sobre su suerte. "Cuando regresó, no podía estar tranquila- declaró ella- Estaba aprensiva, me preguntaba a dónde lo habían llevado a la salida de la escuela, con quién estaría y qué podía hacer por él". Es así como la maestra encontró la respuesta.
Hablando con amigos y parientes, decidió lentamente comenzar las prácticas para la adopción de William. Desde cuando había dejado de trabajar en la escuela, Paige nunca había perdido el contacto con el niño y con el tiempo logró encajar las piezas del rompecabezas y obtener la custodia. Encuentros esporádicos precedieron al momento en el que niño se convirtió, a los 7 años de edad, oficialmente como su hijo.
La historia, contada en las redes sociales por la misma Paige, dio la vuelta en la web y tocó el corazón de muchas personas, incluidos personajes famoso, que se pusieron a disposición de la gran familia y también les enviaron regalos al peqeño William. Como hubiera podido ser diferente, considerada la hermosura de ese gesto realizado por una desconocida que decidió darle a ese dulce niño soitario una segunda oportunidad de vida.
Dar una mano al prójimo es algo especial y estupendo, un gesto que mejora tanto la vida de quién lo recibe como de quién lo realiza. Felicitaciones a esta espléndida mujer y mucha suerte para el futuro junto a su pequeño William.
