Conserje se gradúa en derecho en la misma universidad donde trabaja y cumple su sueño
Obtener un diploma es un hito importante para muchos estudiantes más o menos jóvenes. A veces tendemos a subestimar el valor de la educación superior y tendemos a creer que ya, una vez alcanzada una cierta edad, es imposible volver a estudiar. Esto es lo que pensó por mucho, mucho tiempo, el señor Darlivan Caetano, de 64 años, uno de los conserjes de una Universidad de la ciudad de Serra, Espíritu Santo, en Brasil.
Viniendo de una familia humilde de siete hijos, Darlivan tuvo que afrontar numerosas dificultades durante su juventud que le impidieron conseguir un alto grado de educación. Pero la vida siempre da segundas oportunidades y él supo aprovecharla rápido. Les contamos su historia.
via La Republica
Críado en los suburbios, Darlivan se encontró con muchísimas dificultades en su largo camino, especialmente cuando era joven. "Viví como un vagabundo, estuve mal y toqué fondo", contó.
Sin embargo, los problemas de la juventud no impidieron a Darlivan soñar. Recuperándose de los traumas que sufrió, en el 2007 comenzó a trabajar como conserje en la universidad de su ciudad y allí encontró las razones para retomar sus estudios. En el 2011 regresó a las aulas para terminar la escuela secundaria en una clase de educación para jóvenes y adultos. Luego de completar esta etapa, recibió el apoyo de estudiantes y colegas para acceder a la educación superior.
"Fui animado por muchas personas que me han dicho que vaya a la universidad. Para mi era un hito muy lejano, trabajar en la escuela es muy frenético, pero logré terminar los estudios. Nunca descuidé mi trabajo. Estaba muy atento al ingreso de los alumnos. Una vez que estaban todos en la clase y se acomodaban, el tiempo se aligeraba y yo aprovechaba el descanso para leer los libros. Cuando lo miro, veo un éxito extraordinario y algo sobre lo que muchos pueden reflexionar. Me dan muchas ganas de vivir y seguir adelante", explicó.
Darlivan se graduó en el 2017 a los 59 años. Ha sido el primero de sus siete hermanos en completar la educación superior. Hoy tiene tres posgrados, una especie de consultorio virtual y aún trabaja como conserje en la universidad. Hasta el momento su objetivo es el de superar el examen de habilitación para poder dedicarse profesionalmente solo en derecho. "Mi proyecto es el de seguir estudiando, especializarme y garantizar un estilo de vida mejor para mi familia. Mi sueño es el de llevar felicidad y estabilidad a mis nietos, bisnietos y hermanos", concluyó.
Una historia con final feliz, por lo tanto, que puede ser una fuente de ánimo para todos aquellos que se sienten derrotados y piensan que no tienen otras posibilidades para volver a levantarse. Miren a Darlivan y tomen su ejemplo: tuvo su oportunidad y la tomó inmediatamente, cualquier persona puede hacer lo mismo.