Venden el auto de su hijo que ya no está más para criar a los nietos: comprado en 100.000 dólares se lo devuelven
La vida a menudo nos pone frente a decisiones dolorosas que nunca pensamos que tomaríamos. Los motivos pueden ser muchos y nunca es fácil decidir qué camino tomar y cual no. Una encrucijada frente a la cual se encontraron los dos protagonistas de esta historia. Marido y mujer, padres de un hijo fallecido y tutores de dos espléndidos nietos que se quedaron solos y que, para poder seguir adelante, se vieron obligados a vender el auto que tanto quería su hijo.
Sin embargo, afortunadamente, hay personas maravillosas en el mundo que logran darse cuenta cuándo es el momento adecuado para hacer algo especial. Les contamos mejor qué fue lo que sucedió y el gran gesto de generosidad que los cónyuges han recibido.
via Global News
Luego de la pérdida del hijo y de la nuera, Ben y Marlyn Keryluke se encontraron teniendo que afrontar no solo el dolor por el fallecimiento de dos personas importantes, sino también las dificultades consecuentes de dos hijos pequeños recién adquiridos: los nietos. Nacidos de la unión de los chicos, los pequeños Arielle y Liam se quedaron sin padres y con los únicos que podían contar era con sus abuelos.
Catapultados en una trágica situación, Ben y su esposa tuvieron bastantes dificultades para navegar sobre todo en lo económico. A los quehaceres diarios se le sumaron los problemas de audición que los dos niños tenían y esto hacía que sean necesarias las constantes y contínuas visitas médicas para evitar que la situación empeorara. Todo eso aumentaba los gastos, motivo por el cual, luego de haber hecho lo imposible para seguir adelante como podían, estos abuelos se vieron obligados a tomar una difícil decisión: decidieron poner a la venta el auto de su hijo. No cualquier auto, sino un Pontiac Parisienne de 1973, un auto antiguo al cual su hijo estaba muy apegado y que nunca se le hubiera ocurrido dejarlo ir. Lástima que en la vida no siempre transcurre como uno lo espera y llegan momentos en los que resulta necesario separarse de algo importante.
Sin embargo, una vez en la subasta, sucedió algo inesperado. El subastador contó la historia detrás del auto y conmovió a todas las personas que acudieron. La reliquia automovilística, al final, fue comprada por la cifra de unos 100.000 dólares. Además, para no separar a la familia Keryluke de un recuerdo del joven fallecido, los compradores devolvieron el Pontiac a sus legítimos dueños. No contentos con el resultado, muchos trabajaron duro para crear una verdadera campaña de recaudación de fondos, gracias a la cual se juntaron una gran cantidad de dólares.
Un movimiento de fuerte generosidad que conmovió a la web y que se hizo viral. Los cónyuges Keryluke se sentían solos, en dificultades y no esperaban obtener tanto, pero cuando te encuentras con las personas adecuadas que ponen a disposición toda su bondad, es ahí que el destino toma otro camino y un rayo de luz aparece en la vida de las personas. Precisamente lo que les sucedió a ellos que, gracias a esta movilización, lograron criar a sus nietos en un ambiente sereno e hicieron que no les falte nunca nada.
Si en el mundo hubieran más personas como ellos y un mayor número de gestos como estos, entonces viviríamos absolutamente en un lugar mejor donde la bondad y el compartir serían pilares.
