Pareja adopta un niño: después de 5 años hacen lo mismo con su hermana recién nacida
Hay muchas parejas que, a pesar de tener un fuerte deseo de tener un hijo, no pueden tenerlo y otras que, en cambio, eligen desde el principio la adopción. Esta última es un acto de gran generosidad por parte de dos desconocidos hacia niños y jóvenes menos afortunados. Una acción maravillosa, pero también una elección bien evaluada, que muchos se sintieron capaces de afrontar.
Joseph y Shanna Wight, por ejemplo, están entre los padres que han emprendido este camino y que les dieron la oportunidad a dos niños de vivir en paz. Les contamos su historia.
Joseph y Shanna Wight son una pareja de Utah que, desde el principio de su relación, soñaban con tener un hijo. Cuando consideraron que había llegado el momento de formar una familia, comenzaron con las prácticas de adopción y en el camino llegó el pequeño Milo. Hijo de una joven de 18 años, el pequeño fue inmediatamente confiado al cuidado de la pareja y en poco tiempo, la adopción fue oficializada. "Milo ha sido el primogénito perfecto- contó la madre en una entrevista.
Luego, dos años después de la llegada del niño, los Weight descubrieron que estaban esperando a Nash, el primer hijo biológico, con el cual los dos padres pensaban que habían terminado con el círculo familiar. Algo cambió tres años después, cuando fueron contactados por la madre natural de Milo.
La mujer, según contaron, los habría llamado y les habría pedido que adopten también a su segunda hija. La hermana biológica de Milo que la joven mujer no quería por alguna razón separar del hermano y que quería confiar a las dos personas más indicadas, dado el amor dado hacia su primer hijo. "Inicialmente quedamos impresionados- contó Shanna- Esto nos parecía enorme, pero hemos reflexionado. Siempre permanecimos en contacto con la madre biológica de Milo, le habíamos enviado fotos y actualizaciones sobre el niño y luego llegó su propuesta".
Luego de una cuidadosa reflexión, la pareja Weight decidió acoger también a la pequeña Onni, haciendo muy feliz tanto a Milo como a Nash. "Es cierto, sabíamos que no sería fácil, pero luego nos hemos puesto de acuerdo que sería estupendo verlos crecer juntos- continuó esta madre- Le pedimos a nuestro hijo que llame a su madre biológica y que le comunique nuestra decisión: él no estaba en su piel, estaba muy emocionado al pensar que la pequeña vendría a vivir con nosotros".
Un gesto de amor, de generosidad, de altruismo y de bondad que hizo honor a estos dos padres. No se limitaron, de hecho, a darle una buena oportunidad de vida solo a Milo, sino que alargaron sus horizontes y acogieron también a su hermanita. ¿Cuántos serían capaces de hacerlo? Nosotros les deseamos que sean felices y que vivan todos juntos en paz.
