"Dejé que mi hija de 15 años se haga un tatuaje en memoria de su padre: me han criticado pero no me importa"
Desde ya hace muchos años, hay muchísimas personas que deciden hacerse uno o más tatuajes para recordar un hecho importante en su vida, una persona querida o por el simple gusto de tener un buen diseño impreso en la piel. ¿Pero cuándo es el momento adecuado para hacerse uno? ¿A qué edad se recomienda hacerlo y cuándo, por el contrario, no lo es? No hay una respuesta precisa para estas preguntas y mucho depende de la experiencia de cada uno de nosotros. Pero, ¿si un adolescente pidiera hacerse uno a los 15 años?
No sabemos cuál puede ser su opinión, pero para la madre de la que queremos hablarles, es normal que, incluso siendo tan jóvenes, se pueda decidir hacerse uno. Ella lo hizo con su hija, pero, a pesar de que está contenta y no está para nada arrepentida, recibió un gran número de críticas. Les contamos sobre ella.
via The Sun
Diana Register es madre de dos chicas y lamentablemente, viuda de un esposo que falleció prematuramente. La mujer hizo que se hablara de ella en la web por haber contado una decisión que tomó con respecto a una petición de su hija. La joven Kaitlyn de 15 años le habría pedido a su madre hacerse un pequeño tatuaje y la mujer le habría dado permiso inmediatamente.
El motivo estaba ligado al fallecimiento de su padre. Cuando ella tenía apenas 13 años, una mala enfermedad la separó de su padre y ella y su hermana habían sufrido mucho, pero gracias a la cercanía de la madre lograron superar un período muy triste de sus vidas. Luego de casi dos años de la pérdida, Kaitlyn le pidió a su madre si se podía hacer un dibujo en su tobillo para recordar a su padre.
La hermana mayor Savanna ya se había hecho algo similar, tatuándose en números romanos presentes la insignia de su padre y muy probablemente, Kaitlyn quería hacer lo mismo.
"Esos números representaban algo más que una simple identificación- confesó Diane- Ya se han convertido en símbolo de fuerza, coraje y tenacidad que distinguió a mi esposo en la etapa de la enfermedad. Él luchó hasta el final y nunca se rindió -continuó- También yo pedí que me tatuaran el trazo de su latido de su corazón, es una manera para tenerlo siempre conmigo y escuchar que su corazón late aún fuerte a pesar de que ya no esté aquí con nosotros".
¿Cómo decir que no entonces a una solicitud similar? Diane no lo hizo, pero recibió muchas críticas por parte de quienes conocieron la historia. A ella parece no haberle afectado y está convencida de que tomó la decisión correcta.
¿Tú qué piensas? ¿Se equivocó o tenía todo el derecho?
