Termina en la boca de una ballena pero logra sobrevivir: "he pensado que era un tiburón, estaba todo oscuro"
La mayor parte de nosotros conoce el cuento de Pinocho, el niño marioneta que durante sus numerosísimas aventuras logra de hecho terminar en la panza de una ballena. Bien, pensando en aquel episodio, ¿creerían si les dijéramos que una cosa del estilo ha sucedido realmente?
Si están convencidos que se trata de una broma, se equivocan a lo grande y la prueba es un hombre que, después de haber terminado en la boca de una ballena, ha logrado salvarse y ha podido contar esta increíble experiencia. Descubramos juntos, antes que nada, como ha sucedido y luego, como hizo para salir.
via Daily Record
Michael Packard es un hombre originario de Massachusetts y ha sido el centro de atención por haber vivido una experiencia decir poco sorprendente. En un día cualquiera estaba pescando langostas inmerso en los fondos marinos cuando se dio cuenta que algo no estaba bien. Repentinamente se sintió literalmente "atropellado" por una cosa enorme y alrededor de él ha caído una oscuridad abismal.
En un primer momento no se dio cuenta lo que estaba ocurriendo, pero luego entendió que un grandísimo animal lo había "capturado". ¿Un tiburón quizás? No, poco probable dado que, de inmediato, Michael entendió que en aquella inmensa cavidad no había dientes puntiagudos. ¿Qué cosa entonces era aquella criatura mastodóntica? Bastaron otros pocos minutos para intuir que se trataba de uno de los animales más grandes sobre el planeta: la ballena jorobada. Este cetáceo con su largo de más de 15 metros, apenas lo había tomado entre sus mandíbulas, probablemente junto a una gran cantidad de agua, pescaditos y camarones.
"Cuando me di cuenta que estaba en la boca de una ballena o algo parecido, pensé que no habría podido sobrevivir jamás - contó el hombre - Mi pensamiento voló hacia mis hijos, a mi mujer y al hecho que no los habría visto nunca más". Pero por suerte no ha sido así. En el giro de unos instantes, la ballena jorobada abrió la boca, Michael fue expulsado y volvió a ver la luz, retomando inmediatamente la respiración. Una experiencia sin igual que es increíble y que le ha costado solo una fractura en la pierna.
La pregunta, que nace bastante espontánea, es: ¿cómo hizo para salvarse? Los expertos han afirmado que no es tan simple ser tragados por una ballena o algo parecido. En general, estas especies se nutren de pequeños seres vivientes que logran fluir fácilmente a través de su garganta muy estrecha, sin que les afecte. Justamente las dimensiones del canal habrían sido fortuitas para Michael. Un humano, de hecho, lograría pasar a duras penas por aquel espacio, por lo cual no podría ser su comida preferida.
Una cosa de la cual este hombre no tenía conocimiento y al cual, seguro, no habría pensado de inmediato en circunstancias similares a las vividas. Estamos muy seguros que lo pensará dos veces antes de tirarse de nuevo al mar abierto en busca de langostas o al menos, pondrá más atención a las criaturas que lo rodean.