El canto del gallo se vuelve insoportable: denuncian al vecino y lo llevan a juicio
Vivir en el campo es relajante, da una sensación de paz profunda porque se está en contacto con la naturaleza y lejos de tantos ruidos de la ciudad. Para aquellos que no les gusta especialmente esto último, de hecho, mudarse a un lugar más aislado y lejos del frenesí diario es lo ideal, pero no siempre los ruidos están ausentes del todo. También en los centros rurales es posible encontrar elementos molestos y perder un instante la tranquilidad deseada. ¿Cómo? Están, por ejemplo, los animales que, por un motivo u otro, podrían causar molestias.
Una situación que lamentablemente conocen bien los protagonistas de esta historia. Dos cónyuges que, cansados de escuchar cantar al gallo del vecino, acudieron al juzgado para intentar por todos los medios alejarlo.
via Times Now News
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Friedrich-Wilhelm K., un hombre de 76 años, vive con su esposa Jutta en Bad Salzuflen, Alemania. La pareja se mudó aquí para buscar paz y tranquilidad, pero encontraron todo, menos estos elementos. La causante de esto es Magda, el gallo de su vecino que canta unas 200 veces al día y no da tregua a los pobres oídos del marido y la mujer.
Aparentemente intentaron varias veces hacer razonar al señor Michael D., el hombre de 50 años dueño del ave, diciendo que no podía de ninguna manera deshacerse de él. ¿Por cuál motivo? Sin su presencia las gallinas podrían pelearse y crear estragos en todo el gallinero. Por lo tanto, el gallo sería útil para mantener la paz, ciertamente no la de sus vecinos.
"Se ha convertido en una verdadera tortura- dijo Friedrich- Ya no podemos disfutar del jardín y debemos estar permanentemente con las ventanas cerradas. No es posible y no es justo. Tenemos derecho a vivir de la manera que preferimos sin estar limitados por un gallo que a las 8 de la mañana no deja de cantar jamás, excepto en la noche. Solo cuando llega la noche, lo encierran en el gallinero y se calma, pero durante el día canta constantemente".
Una situación realmente devastadora que pondría a prueba a cualquier persona. Motivo por el cual los cónyuges alemanes decidieron acudir a la justicia y pedir que sea alejado lo antes posible. Para lograr este objetivo en poco tiempo, están grabando todos los días lo que sucede fuera del hogar, para que el juez entienda a lo que son sometidos cada día.
Un inquilino anterior ya se había mudado por culpa de Magda y ellos dos quisieran evitar tener que recurrir a la misma solución extrema y están haciendo lo imposible para que no suceda. ¿Lo lograrán? No lo sabemos, pero esperemos que, tarde o temprano, puedan pasar días un poco más en "silencio".
¿Tú qué piensas de esta historia?: ¿Alguna vez has tenido que lidiar con vecinos ruidosos, ya sea humanos o animales?
