Joven de 21 años gana 1 millón de dólares al mes: creó una empresa que salva alimentos considerados un "desperdicio"
La perfección no es de este mundo, lo sabemos bien todos, y por eso es casi inútil buscarla sin cesar. Sin embargo, hay sectores en los que no es posible ignorarla. Un ejemplo son las industrias alimentarias y no alimentarias que, según reglas bien precisas, se ven obligadas a presentar en el mercado productos impecables tanto en gusto como en la forma. Un discurso que si por un lado está bien, por el otro no, dado que supone un enorme derroche de materiales.
De esto se ha dado cuenta el protagonista de la historia que estamos por contarles, un joven trabajador que decidió cambiar de rumbo y dedicar su trabajo a salvar comida "imperfecta" para luchar contra el desperdicio. Les contamos mejor cuál fue su idea.
via Nenroll
James Eid es un joven de 21 años del Reino Unido, que está siguiendo un curso de estudios en la Universidad de Lancaster completamente centrado en la economía y en la organización empresarial. Además de una gran pasión, lo que lo empujó a esta dirección ha sido el haber crecido en una familia de panaderos y haber interactuado siempre con cada fase de la producción del pan: desde la creación hasta la distribución
Esto también significó que, todos los días y durante un largo tiempo, se diera cuenta de cuánta comida -pan, galletas y similares- se desperdicia. Cada industria tiene reglas a seguir y los productos puestos en el mercado deben respetar cánones bien precisos y bordear la perfección. Por lo cual si una galleta es más pequeña o más grande de lo previsto, será descartada sin pensarlo demasiado a pesar de ser muy rica y podría ser consumida sin problemas.
¿Cómo hacer para remediar todo esto? James se hizo esta simple pregunta y parece haber encontrado la solución ideal.
El joven tuvo la brillante idea de salvar productos "imperfectos" y ponerlos en el mercado a precios rebajados. Nació así Earth & Wheat, gracias a la cual los clientes no solo colaboran a la disminución de los desperdicios, sino que también pueden ahorrar y tener productos horneados en cómodas cajas directamente en sus casas.
"La mercadería que entregamos a nuestros clientes es de excelente calidad- declaró el joven emprendedor- No se trata de desperdicios alimentarios, sino de comida que las empresas no pueden vender por ser formalmente imperfecta. El sabor, sin embargo, es exquisito y sería realmente triste tener que tirarla".
Todo esto no es solo un gran paso para disminuir considerablemente los desperdicios diarios, sino también una manera para el joven James de dar vida a una empresa que logra facturar todos los meses aproximadamente 1 millón de dólares.
Una solución en la que pocos hubieran pensado, pero que, aparentemente, combina el deber medioambiental y la ganancia personal, que nunca debe subestimarse. Vender excelentes productos a precios rebajados, le permitió tener en poco tiempo un alto número de clientes y multiplicar sus ingresos hasta alcanzar cifras consistentes, algo que también le permitió ampliar el mercado de frutas y verduras.
¿Qué piensas de su idea?