Pareja encuentra la forma para ahorrar en la organización de la boda: "hemos gastado solamente 5.000 dólares"
¿Es posible gastar poco cuando se organiza una boda? La mayoría de nosotros seríamos propensos, quizás, a decir que no. Entre la ubicación, el almuerzo, la ceremonia, la ropa, souvenirs, ramos de flores y mucho más, el presupuesto pareciera estar destinado a subir inexorablemente y alcanzar cifras importantes. Sin embargo, hay quienes logran cumplir su sueño a un precio muy bajo -con respecto a los costos habituales- y sin renunciar a nada.
Algo que, por ejemplo, hizo la pareja de la cual queremos hablarles. Dos jóvenes enamorados que hicieron lo posible para mantenerse dentro de un cierto límite. ¿Cuál es? Descubrámoslo juntos.
via US Time
Jess y Houston Clifton son dos chicos de Arkansas, Estados Unidos, que se conocieron cuando eran muy jóvenes y si inicialmente el amor no llegó de inmediato, cuando se volvieron a ver en la universidad no pudieron prescindir el uno del otro. Desde aquí comenzó su relación que los llevó hacia el matrimonio.
Algo que siempre soñaron, la pareja quería una ceremonia especial para celebrar la oficialidad de su unión, pero no tenían la intención de invertir demasiado dinero.
Todo el camino en este sentido comenzó cuando, una vez adentro en el sistema de la boda, los dos se dieron cuenta cuánto desperdicio esconde un acontecimiento similar. Motivo por el cual, decidieron actuar de manera diferente, comenzando por la ubicación. Tanto como para la ceremonia como para la fiesta renunciaron a un lugar destinado a tales festejos y se comprometieron a organizarlo en la finca de la familia de Jess. Aquí, aprovechando un palco de madera existente y alquilando sillas para los invitados, los dos futuros marido y mujer resolvieron el "problema" ligado a la ubicación. Luego se dedicaron a las flores y a la decoración.
En primer lugar Jess le pidió a su madre Elizabeth, apasionada de la jardinería, que las cultivara para ella y la mujer, aceptando el desafío, se puso manos a la obra un año antes. Para el adorno de las mesas, en cambio, la novia pensó en utilizar botellas de vidrio vacías, transformándolas en floreros, mientras que para las melas siguió la sugerencia de su abuela. Esta última, amante del yougurt en tarros, conservó una gran cantidad, dándole la idea a su nieta de cómo usarlos como portavelas.
El resto se alquiló: manteles, mesas, luces para decorar el jardín durante la cena y mucho más. Para las damas de honor, en cambio, optaron por vestidos de segunda mano comprados por internet y para la comida solicitaron un servicio de catering. "Ha sido muy divertido organizar una boda tan sencilla -dijo Jess- Era como estar dentro de una película, todo era mágico. Sin contar que nos costó ta solo 5.000 dólares. Inicialmente nos pidieron el doble, pero Houston y yo hemos hecho lo posible para entrar en un presupuesto más bajo".
La pareja también dijo que, cada vez que pensaban en algo nuevo para agregar durante la ceremonia, reflexionaban también en cómo hacerlo a un precio bajo. ¿Lo lograron? Pareciera que sí.
¿Qué piensas de esta boda "sin desperdicios"?