Esta mujer asegura haber bebido solamente agua con sal, azúcar y limón durante 41 años
Siempre nos han enseñado que para mantenernos saludables el mayor tiempo posible es necesario practicar un constante ejercicio físico y comer con inteligencia. Nadie pone en dudas determinadas convicciones, ampliamente apoyadas por la medicina y por la ciencia, aunque ciertamente hay raras excepciones. Raras excepciones que, como tales, absolutamente no hay que tratar de imitar. La protagonista de esta historia es exactamente una de esas excepciones, casi un milagro de la naturaleza y logró salvar su vida precisamente gracias a una dieta un poco atípica: desde hace 41 años, bebe tan solo agua.
via cafef.vn
La señora Ngon tiene 63 años y se alimenta exclusivamente de agua con un poco de azúcar, sal y algunas gotas de limón. Parece increíble que la señora pueda sobrevivir a base de este drástico e irrepetible regímen alimenticio, pero ella misma contó que se siente muy bien. A decir verdad, desde joven había comenzado a sentirse muy mal sin saber exactamente el motivo, al menos inicialmente: su visión había comenzado a nublarse, el estómago le dolía mucho. Los exámenes revelaron que la mujer sufría de una enfermedad en la sangre que presumiblemente no la dejaría vivir durante mucho tiempo. Nadie sabía bien cómo afrontar esta enfermedad, hasta que un médico distinto a los demás le aconsejó algo insólito: renunciar a los alimentos sólidos y comenzar a beber agua mezclada con un poco de sal y azúcar. La señora Ngon nunca reveló la identidad de este médico, dado que le había dicho que no lo haga - además el consejo que había recibido era tan anticientífico y parecía incluso extraño que haya sido un médico quien se lo hubiera dicho. La buena noticia es que con ella este método ha funcionado.
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La señora Ngon, de hecho, está perfectamente en forma a los 63 años de edad. Regularmente hace yoga y es un miembro de la Asociación de Acupuntura de Long An. Es una gran defensora del ejercicio físico, pero naturalmente no recomienda a nadie seguir su dieta. En resumen, parece que la señora hoy goza de un excelente estado de salud, tanto que es capaz de adoptar posturas de yoga que ni siquiera una joven de veinte años sería capaz de reproducir con tanta elasticidad y destreza. La anciana sabe perfectamente que su régimen alimenticio puede ser peligroso y considera su caso un milagro, tanto que atribuye a sus convicciones religiosas el éxito de tal dieta. En definitiva, ¡no intenten imitarla ni remotamente!
