Modelo de 91 años posa sin ropa por primera vez: "Se aprende algo nuevo todos los días"
Nunca se es demasiado mayor para probar nuevas experiencias, ¿están de acuerdo? Lamentablemente son muchos los ancianos que se dejan frenar por su edad y un poco también inevitablemente por las dolencias que se arrastran a lo largo de los años. Pero no es ciertamente el caso de la protagonista de esta historia, Carmen Dell'Orefice, considerada una entre las modelos más ancianas del mundo. Con sus 91 años, Carmen sigue dando de qué hablar y no parece querer renunciar todavía a las primeras páginas de las revistas más importantes del sector. Lo que causó "revuelo" ha sido el hecho que a pesar de su edad decidió posar sin ropa para algunas fotos: además, ¡era una experiencia nueva para ella!
"Crecemos todos los días" dijo Dell'Orefice, "y no terminamos hasta el día en el que nos morimos. Se aprende algo constantemente y se cambia continuamente como las agujas de un reloj". Dell'Orefice posó para Vogue a los 15 años, allá por 1947, entrando derecho en el club de las modelos más jóvenes en aparecer en la portada de una revista de moda. Hoy, a los 91 años, parece que aún busca estar en los récords ya que sigue presente en la escena como modelo. Por otro lado Dell'Orefice, que casi no necesita presentarse, aún es hermosa y no demuestra absolutamente su edad. ¿Cómo hacen las personas como ella a mantenerse tan bien? Dell'Orefice afirma que cuidarse a sí misma y "practicar el amor propio" la ayudaron a permanecer joven y a mantener su bellea. Naturalmente, nunca falta un poco de actividad física. "Me entreno casi todos los días con un poco de estiramiento y respiración, pero sin obstinación. Cuando escucho que algo no va bien, me detengo".
Gracias a su belleza e iniciativa, Dell'Orefice aún dio que hablar posando sin ropa, o casi, frente al objetivo de un fotógrafo. Como se mencionó, ella no critica en absoluto a la edad que avanza, al contrario - siempre logra ver los lados positivos. No todos pueden lograrlo: "Es también una cuestión de actitud. A mi edad ya no recuerdo las cosas malas. Me digo que lo mejor aún debe estar por llegar, que aún tengo mucho para dar. Estoy curiosa y llena de esperanzas como una niña que está por abrir los regalos de Papá Noel" dijo la anciana de 91 años.
Qué decir, la mayoría de las veces, ¡la edad es solamente un número!