Decide no comprar nada superfluo durante un año: ahorra 23.000 dólares
Cualquier persona, a su manera, si quiere apartar ahorros para el futuro o para hacer frente a imprevistos de cualquier tipo, hace lo posible para encontrar la manera para no gastar demasiado. Hay quienes logran hacerlo sin excesivas renuncias, por lo que evitan comprar, por ejemplo, dos suéteres en lugar de uno y quienes encuentran más difícil este proceso hacia una alcancía rentable.
En cualquier caso, métodos para ahorrar pequeños o grandes ahorros los hay y, seguramente original, ha sido el que intentó la protagonista de esta historia. Les contamos sobre ella.
via The Times
Michelle McGagh es una periodista financiera que ha dado mucho de qué hablar por haber decidido probar un experimento económico y aumentar así sus ahorros. La mujer, que trabajaba desde hacía muchos años y no tenía restricciones, quizo hacer una prueba para ver si es posible o no, estar sin gastos superfluos y seguir viviendo normalmente.
La prueba duró un año, se realizó en el 2016 y nació de su conciencia: el año anterior había gastado una cifra muy alta para comprar cosas que luego no resultaron para nada indispensables, entonces decidió arreglar eso...
"Había entrado en un vórtice en el que me sentía feliz solo si gastaba dinero -contó- Compraba cualquier cosa, me concedía contínuos cafés fuera de casa, comprometía mis fondos para viajar y todo sin pensar que tenía una hipoteca que pagar, facturas y mucho más". Así comenzó el año de los "no gastos" que parece haber ido bastante bien y sobre todo dio sus frutos.
La mujer, de hecho, dijo que logró ahorrar 23.000 dólares. Una cifra considerable que, como contó, le permitió estar tranquila y también cubrir algunas cuotas más de la hipoteca. "Admito que no ha sido fácil- dijo Michelle- Renuncié a cenas, a ropa nueva, al peluquero, al transporte público, pero, a veces, lo echaba de menos, debo confesarlo".
Encontró la manera para hacer las cosas de todas maneras. Para asistir a eventos culturales, buscaba los gratuitos, o si iba de viaje a alguna parte, se quedaba en una carpa o incluso le pedía a su esposo que le cortara el pelo. Muchas renuncias, no hace falta decirlo y muchos esfuerzos, como el de moverse solo en bicicleta que, sin embargo, le permitieron lograr un buen resultado. Lo importante es entrar en un orden de ideas por el cual aceptas la posibilidad de un nuevo estilo de vida y también de alimentación. Lo único en lo que no escatimó fueron en gastos necesarios, de los que no podía prescindir.
"Al final aprendí que se necesita poco para ser felices"- palabras que muchos han compartido y de las que, quizás, se han sentido inspirados. ¿Ustedes serían capaces de intentar vivir un año entero sin excesos en los gastos?