Camarera sostiene en sus brazos al bebé de una clienta para que pueda comer cómodamente
A veces nos sucede que escuchamos que el mundo está lleno de buenas personas, pero que no siempre es fácil encontrar a alguna de ellas. Es cierto, si no tenemos suerte, es difícil creer que eso sea cierto, pero luego existen las historias que nos devuelven la confianza y nos convencen de que un mundo mejor puede existir y es un lugar habitado por estos bondadosos ángeles guardianes.
Una historia que refuerza esta idea es la que tuvo como protagonistas a una madre, a su hijo y a una camarera. Les contamos sobre ellos.
Nicole Kindhart es una joven madre que estaba viajando con su bebé a Disney World cuando se detuvo para almorazzar en Cracker Barrel de Lake City, en Florida. Aquí la mujer pidió su frugal comida y estaba por comerla como hace todos los días: usando su única mano disponible, dado que en la otra estaba ocupada sosteniendo a su hijo.
Una escena muy común y algo que hacen muchas madres o padres cuando se encuentran de paseo con sus hijos y sostenerlos en brazo es la única solución para que estén tranquilos y lograr comer un bocado. No a todos, sin embargo, les pasa de conocer a una persona especial como Charmin, la camarera que tomó el pedido de esta madre y que hizo algo más por ella.
La empleada del restaurante, de hecho, al ver la escena y quizás, considerando que Nicole necesitaba descansar un momento, se acercó hacia ella y le propuso sostener en sus brazos durante un tiempo a su bebé, para que pueda comer libre y cómoda.
Una disponibilidad que no siempre se logra encontrar en los camareros, no por una cuestión de poco altruismo, sino simplemente porque muchas veces se hace difícil gestionar a los clientes y ponerse completamente a disposición con gestos similares. También Charmin estaba muy ocupada y para el restaurante era la hora pico, pero no dudó ni un instante y decidió hacer algo por esa mujer cansada.
Esta última no sólo le agradeció en persona sino que también creó una publicación en las redes sociales en su honor para poder homenajear su bondad y dar a conocer a la mayor cantidad de personas posibles su gesto.
"Todos los días como con una sola mano porque en la otra tengo a mi hijo y no me sucede a menudo que una camarera esté disponible para mi y me ayude para que pueda comer cómodamente -escribe Nicole- Sostuvo a mi hijo y con él en sus brazos siguió dando vueltas por las mesas, preguntando a todos si necesitaban algo. No era un momento tranquilo, al contrario, era el horario pico. Ha sido algo muy dulce, todos lo apreciaron y mi día ha asumido un aspecto positivo".
Son las personas como Charmin quienes hacen la diferencia en este mundo y quienes nos hacen pensar que sí, podemos siempre mejorarnos, todos. Después de todo, solo hay que hacer realmente poco para hacer el bien y esta camarera es la prueba de ello. ¡Felicitaciones!