Alberga a su madre siempre y cuando respete las mismas reglas que ella imponía de adolescente
Hay períodos en la vida en el que la relación con los propios padres no es para nada fácil, uno de estos es la adolescencia. Cuando se supera la infancia y se comienzan a hacer las primeras experiencias sociales, es normal que existan momentos de desorientación o que se quiera a toda costa afirmar la propia individualidad. Es aquí donde se entra más o menos en conflicto con un padre o con una madre y el diálogo se vuelve complicado. Por parte de los jóvenes hay ganas de tener la propia independencia, por parte de los padres está el deber de "mantenerlos a raya" para que no suceda nada negativo. En cualquier caso, la discusión está siempre detrás de la esquina y aceptar las reglas impuestas se vuelve realmente complicado.
Situación en la cual se encontró la protagonista de esta historia, una joven que, una vez ya superado el período negativo de su adolescencia, tuvo la oportunidad de vengarse con respecto a todo lo que su madre le había impuesto. ¿Cómo? Descubrámoslo.
via Reddit
En una larga publicación en Reddit, la mujer, casada e independiente, contó de la relación con su madre. "Nunca nos llevamos bien -escribe- Cuando tenía 16 años fui a vivir con mi padre porque no podía soportarme en casa y se llevaba mucho mejor con mi hermano. Sin embargo, cuando se encontró en apuros, decidió venir hacia mí para ser ayudada y me pidió mudarse a mi casa -continúa la autora de la publicación- Sé que mi hermano tiene una casa más grande y que podría quedarse allí, pero, sin motivo, ella me eligió a mi. Vivo sola con mi esposo y tenemos dos habitaciones, entonces estaría la disponibilidad, pero no estoy segura de querer hacerlo. He reflexionado bastante y luego consideré esto como la oportunidad para tomarme una venganza sobre lo que había pasado como adolescente".
Wally Gobetz/Flickr - Not the actual photo
Entonces la mujer estableció muchas reglas que la madre debería respetar para vivir en su casa.
La primera tenía que ver con los dispositivos electrónicos: ninguno de estos debería permanecer encendido luego de las 18:30, en caso contrario, serían incautados. La ducha solo se podía hacer cada 3 días y por un tiempo máximo de 5 minutos. Si ella o su esposo tenían una necesidad en particular, la madre estaría obligada a satisfacerla en el instante. No se podría ir a acostar después de las 19:30, de lo contrario perdería la oportunidad de dormir y se tendría que ocupar de todas las comidas, rigurosamente elegidas por la hija y no por ella. Sin contar que la joven tendría que leer todo su correo y que su auto se convertiría en el privado de su hija.
Pautas de convivencia que, aparentemente, la madre no apreció. "Me dijo que todo eso no era normal -contó la protagonista de la historia- pero es exactamente lo que ella me pedía a mi en la adolescencia y antes de que yo me fuera a vivir con mi padre. Le pagué con la misma moneda -continúa la publicación - Escapó de mi y no sé a donde se fue".
¿Tú qué piensas de su comportamiento?: ¿Debería haber albergado a su madre en el momento de necesidad y olvidar el pasado o siguió el único camino posible?