Niega a ceder su asiento de primera clase a una anciana: elogiada por su decisión
Sabemos bien que la educación y la vida cívica implican el respeto de ciertas reglas. Ya sea que estén escritas o no, siempre es importante tenerlas en cuenta para evitar ser irrespetuosos, especialmente con las personas ancianas. Por ejemplo, siempre es aconsejable ceder el asiento en medios de transporte públicos a las personas mayores, para que puedan viajar más cómodamente. Pero si esto no es posible porque nos crea un problema, ¿cómo hay que hacer?
La protagonista de esta historia se encontró precisamente en una situación similar, por lo que decidió contar su historia en Reddit y pedir consejos al respecto.
via Reddit
En una publicación publicada en un sitio, una joven de 32 años les habló a los usuarios sobre su experiencia durante un viaje en tren. De regreso de dos semanas largas de trabajo fuera de su casa, la joven estaba regresando desde Londres a Aberdeen y ya que el viaje duraría unas 7 horas, había decidido reservar un cómodo asiento en primera clase. "Sabía que durante el trayecto debería trabajar, por lo cual -contó la mujer- reservé un asiento individual para no ser molestada de ninguna manera. Todo eso mucho tiempo antes con respecto a la fecha de partida". Pero cuando, subió a bordo, sucedió algo muy lamentable.
"Subí al tren y me acomodé en mi asiento -continuó la autora de la publicación- Era uno de esos prioritarios que suelen ser reservados, por lo general, a las personas con dificultades. En el mismo momento en el que me ubiqué, llegó una señora de unos 60 años que, con un grosero movimiento de cabeza, me señaló el cartel que estaba sobre el asiento en el que estaba escrito que el asiento estaba reservado". Gesto que desimulaba indirectamente la petición de levantarme y ceder el asiento. Algo que la joven no hizo.
Después de explicar en varias oportunidades a la señora que tenía todo el derecho a utilizarlo, la mujer tuvo que llamar a un empleado para resolver la situación. Estos a su vez intentaron decirle que lo mejor sería cambiar de asiento, invitándola a pasar a segunda clase, solución que, nuevamente, la joven de 32 años no consideró.
Massachusetts Office Of Travel & Tourism/Flickr - Not the actual photo
La señora de 60 años tenía un billete que le permitía subir en cualquier tren, pero no le aseguraba su asiento, mientras que la protagonista de la historia había reservado con mucha anticipación y había pagado incluso un precio elevado. Es por eso que decidió no renunciar a expensas de la señora. Lo mismo que hicieron también los demás pasajeros de primera clase, por lo que la señora de 60 años tuvo que ser acompañada por el personal del tren a otro vagón.
Esto dejó a la autora perpleja y amargada, tanto que quiso pedir la opinión en la web. Los usuarios que han dejado un comentario estuvieron de acuerdo con ella y le dieron la culpa a la empresa de transporte por haber vendido a precios muy altos asientos que deberían permanecer reservados.
¿Tú qué piensas? ¿Habrías cedido el asiento de todas maneras o hubieras permanecido allí?