Pinta la puerta de su casa de un rosa brillante, los vecinos aparecen: "No estamos en Disneyland"
No hay nada más divertido que ser dueño de tu propia casa y amoblar y renovar a gusto, incluso si -en la mayoría de los casos- hay qie respetar las reglas del condominio o de decoración urbana. Lo ha descubierto a su pesar la señora Miranda Dickson, una madre de 48 años de Edimburgo, Escocia, con dos hijos que mantener. La mujer corre el riesgo de una multa muy alta de 20.000 euros por haber pintado de rosa la puerta de ingreso de su casa ubicada en New Town, en una calle rodeada de casas georgianas consideradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1995 y por lo tanto regulada por el Municipio.
via BBC
De hecho, existen reglas comunales que establecen qué modificaciones se pueden aportar a las propiedades en esta zona. La mujer ha criticado al Municipio por sus reglas "anticuadas". La casa ha sido heredada por la señora Dickson en el 2019 por sus padres, pero los diseñadores del Consejo de la ciudad de Edimburgo se opusieron al nuevo color de la puerta y ahora insisten para que esté pintada de blanco brillante. La señora Dickson, sin embargo, considera que la denuncia es "mezquina". "En realidad la puerta llama muchas veces la atención de los transeúntes, con muchos usuarios de Instagram que se detienen a posar por una foto frente a ella", comentó Miranda.
De cualquier manera, los vecinos no lo piensan de la misma manera. Bill Giles, de 86 años, dijo que la puerta audaz de su vecina es de un color "realmente horrible" que "no se adapta" a la estética del barrio: "No estamos en Disneyland, es de pésimo gusto", dijo el señor Giles. Aparentemente, el Ayuntamiento de Edimburgo apoyó las protestas de los vecinos y se opuso al color, diciendo que la puerta "no está en consonancia con el carácter histórico" del edificio protegido.
"Hay ciudades en el Reino Unido como Bristol, Notting Hill y Harrogate que son muy coloridas. Regresar a casa y ver mi puerta ya me da alegría, estoy orgullosa. Es mi casa, debería ser libre de decolarla a mi gusto", comentó Miranda. Sin embargo, el Municipio le comunicó a través de una carta que debe pintar la puerta con un color más adecuado, que debe ser "oscuro y tenue". La señora Dickson dijo que la carta decía que su puerta era "rosa brillante", pero en realidad es rosa claro. "La carta me intima a pintarla de blanco, lo que va en contra de las pautas del color oscuro y tenue. Es ridículo", observó Miranda.
Al final la mujer dijo que tiene la intención de pintar la puerta de un rojo oscuro. ¿Ustedes qué piensan de toda esta historia? ¿El rosa de la puerta de Miranda le da un toque de vivacidad o es de pésimo gusto?
