Dueño de un negocio de colchones deja uno afuera para que duerman los perros callejeros
A veces los gestos más sencillos pueden mejorar el día de alguien, ya sea un ser humano o un animal indefenso. Lo saben bien algunos cachorros presentes frente a un negocio de colchones de Estambul, los cuales pueden contar con la generosidad de la comunidad entera para vivir mejor sus vidas en la calle. Todas las noches, de hecho, el dueño del negocio les proporciona un colchón solo para ellos, para que puedan dormir cómodamente. El tierno gesto ha sido inmortalizado por Cem Baykal, un médico que pasa a diario frente al negocio para ir al trabajo, y compartido en las redes sociales.
via Waggington Post
El doctor Baykal decidió sacar algunas fotos de la escena para poder compartirlas en Twitter con el mundo entero: "El dueño de este negocio pone siempre a disposición uno de sus colchones para asegurarse que los perros callejeros de la zona puedan dormir calentitos", explicó. "No ponen la cama a un lado, le deja comida y siempre hay dos perros callejeros que se acuestan y duermen allí siempre. Si es invierno, el negocio proporciona una cama todos los días. Si es verano, les da sombra y agua".
Gracias al dueño del negocio, los callejeros ya no tienen que encontrar consuelo en las frías aceras de cemento. Los perros son bien conocidos en la zona y dependen también de los vecinos, que se esfuerzan para proporcionar comida y agua, pero hay que admitir que este negocio da un paso más allá.
"Esta calle es conocida como una zona rica y todos dan comida y agua a los perros y gatos de la calle, pero ninguno les proporciona una "cama" de alta calidad", comentó el doctor Baykal. Mientras algunas personas ponen en duda la limpieza de los colchones, incluso con una cobertura de plástico, la mayoría aplaudió el gesto amable.
Recientemente, Baykal se detuvo en el negocio para controlar el estado de salud de los callejeros y descubrió que estaban bien, a pesar de que llovía en ese momento: "Esta mañana tuvimos una lluvia muy fuerte en Estambul y saludé a mis amigos mientras iba al trabajo por la mañana temprano. El negocio estaba cerrado pero el colchón aún estaba allí, seco y fuera de la lluvia. El perezoso aún dormía, pero su amigo estaba despierto y me acompañó hasta el cruce de peatones para mi seguridad", contó el doctor Baykal.
Son también estos gestos, aunque sean pequeños, los que hacen al mundo un lugar mejor.