Dio a su hija en adopción cuando era adolescente: 50 años después finalmente se reunieron
Traer un hijo al mundo es una alegría, pero también una enorme responsabilidad y a veces uno es demasiado joven para estar seguro de ser capaz de poder soportar tal carga. Por eso, de hecho, muchas jóvenes adolescentes eligen confiar a sus hijos a padres más expertos y deseosos de criarlos con todo el amor que se merecen, no sin miles de preguntas y remordimientos por parte de las jóvenes madres biológicas. Esto es lo que le sucedió a Mary Beth Wolfe, como era conocida en 1970, una mujer que en ese momento tenía tan solo 18 años, no estaba casada y se acababa de graduar en el bachillerato cuando nació su hija.
via USA Today
Mary Beth tomó la desgarradora decisión de dar en adopción a su hija: fue una decisión extremadamente difícil, tomada para poder darle a su hija una vida mejor. "Tengo en mi mente la imagen de los padres adoptivos que la sostuvieron en brazos y se la llevaron a su casa y que están delante de su cuna mientras duerme y piensan lo afortunados que han sido en tenerla", contó Mary Beth, ahora casada, madre de dos hijos y abuela.
"Luego imaginé cómo hubiera sido si me la hubiera llevado a mi casa y yo sentada en la oscuridad llorando porque no sabría cómo criarla. Era tan solo una niña. Me sentía tan abrumada. Era un riesgo que no podía correr. Mis padres fueron maravillosos durante toda la historia. Cualquiera fuera mi decisión, para ellos estaba bien. Nunca me presionaron en un sentido o en otro", agregó.
Un día, Mary Beth, que hoy tiene 68 años, recibió una carta de un remitente "desconocido": era su hija, hoy con cincuenta años. En la carta, Victoria Rich, este es el nombre de su hija biológica, escribió: "Hola Mary Beth, me llamo Victoria Rich. Esta podría no ser la carta que esperas recibir todos los días. Nací en el refugio de Nuestra Señora de la Victoria en Lackawanna, en Nueva York, el 20 de agosto en 1970". Hasta ese momento, Victoria no había pensado demasiado en la búsqueda de su madre biológica, pero cuando el Estado de Nueva York decidió permitir que los niños adoptados puedan ver sus certificados de nacimiento en enero del 2019, se registró para obtener más información.
Inmediatamente, Mary Beh levantó el teléfono y se comunicó con Victoria al número que le había dejado en su carta. Victoria contó que se sintió extremadamente nerviosa, pero que tuvo la impresión de conocer desde siempre esa voz. Pocos días después, las dos se encontraron y se intercambiaron un cálido abrazo. "Pasé cincuenta años preguntándome si estaba bien y si había tomado la decisión correcta, pero afortunadamente Victoria tuvo dos padres adoptivos maravillosos. No podría pedir una mejor hija. Se convirtió en una mujer extraordinaria. Es la persona que hubiera querido ser yo. Es inteligente, independiente, tenaz. No es solo una hija, más bien una súper hija. No sólo le fue bien, sino que ahora forma parte de la familia", comentó Mary Beth.