Joven de 28 años deja su trabajo para convertirse en una novia ama de casa: "Soy empleada de mi novio, pero no lo lamento"
Hoy en día se lucha aún mucho por la igualdad de género: hay muchas mujeres profesionales que han demostrado su valía al mismo nivel que los hombres, sin embargo, también hay otras que aún están dispuestas a renunciar a sus carreras para convertirse en amas de casa a tiempo completo y dedicarse completamente a la casa y a su pareja. Es un ejemplo Summer Hawkins, una maestra inglesa de 28 años que dejó su trabajo para convertirse en una "novia ama de casa" a tiempo completo. La joven ofreció un vistazo de cómo se desarrolla su programa diario una vez que su novio se va a trabajar.
via Dailyrecord
Summer conoció al magnate inmobiliario Biggs-Marvin Chris en un bar después que los dos se habían conocido en las redes sociales. Después de cinco meses Chris le pidió espontáneamente que se mude de Bristol a Glasgow, a 600 kilómetros de distancia, para vivir con él, asegurándole que siempre "cuidaría" de ella.
"Fui muy feliz en aceptar su oferta, me costaba llegar a fin de mes con mi trabajo como maestra y el costo del alquiler era demasiado alto", comentó Summer. Hoy en día, entonces, la joven de veintiocho años se hace cargo de su novio, que trabaja hasta 10 horas por día. Echando una mirada a su vida diaria en sus videos compartidos en TikTok, Summer contó que todas las mañanas se levanta temprano, antes que Chris, para asegurarse de que tenga preparada "una ducha bien caliente apenas se levanta". "Luego preparo una taza de chocolate caliente y todo lo que quiere para desayunar. Lo saludo con un beso y comienzo a limpiar el living, la cocina, las habitaciones y el baño", explicó.
Una vez que termina las tareas del hogar, Sumer por lo general pasa el resto de la tarde paseando a su perro Prince, haciendo compras, yendo al gimnasio o sometiéndose a algún tratamiento de belleza. Cuando regresa Chris, la pareja sale a comer afuera o pasa una velada tranquila en el sofá de su casa.
"Chris me demuestra lo mucho que me aprecia lavando cada tanto su plato después del desayuno. También me trae flores, chocolates, ositos de peluche y me agradece siempre por ocuparme de la casa. En las ocasiones especiales, me complace con carteras y zapatos de marca. Es él quien cubre todos los gastos, como un verdadero hombre: paga desde las facturas hasta la ropa y jamás le pido un centavo. Espero ver cuánto me deja en la cuenta para hacer mis compras y me adapto a ese presupuesto, no quiero aprovecharme. Soy una empleada de él, pero no me molesta. Me encanta cuidarlo. Es una decisión mía y amo mi vida", dijo Summer.
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