Madre alimenta a su bebé en el restaurante: dueño la regaña, pero ella responde de la misma manera
Amamantar a tu bebé es un acto extremadamente natural, sin embargo, todavía hay muchas personas que no lo piensan de esta manera y sienten vergüenza de presenciar una escena así. Este comportamiento es probablemente el resultado de las estrictas reglas del pasado que consideraban el acto como "inapropiado" en público.
Lo descubrió a sus expensas una joven madre agotada al comienzo de este viaje la cual, sin embargo, tuvo los reflejos intactos cuando fue "regañada" por el personal de un restaurante por haber alimentado a su bebé mientras esperaba en la mesa su pedido.
via Mirror
Elizabeth Herzog, una joven madre de Iowa, Estados Unidos, estaba amamantando a su hija de 5 meses, Georgia, que nació prematuramente a las 32 semanas con un peso de apenas 1,6 kilos. La madre primeriza explicó que prefiere no utilizar una manta mientras amamanta, porque la pequeña Georgia es aún bastante frágil y al ser su primera hija es una madre todavía sin experiencia, entonces quiere asegurarse de que su hija se alimente de la forma correcta y le vea bien la cara: "No me parece un gesto tan escandaloso y prefiero ver bien qué sucede mientras amamanto para estar más tranquila".
De cualquier manera, el dueño del restaurante se acercó para arremeter en su contra con un comentario. El hombre le dio unas palmaditas en su hombro y le pidió si podía "cubrirse un poco". Elizabeth explicó que se sintió "avergonzada y menospreciada", entonces decidió tomar sus cosas e irse del restaurante. Antes, sin embargo, se acercó al dueño del restaurante para intercambiar algunas palabras con él.
La joven madre explicó su situación y finalmente le informó al gerente del restaurante que respete plenamente la ley de Iowa, ya que essta dice que "Una mujer puede amamantar a su hijo en cualquier lugar público donde la presencia de la mujer esté autorizada". Al final, contó el episodio a los periódicos locales e instó al hombre y a todos los restaurantes a respetar las normas de su Estado y a ayudar a que las madres se sientan cómodas mientras amamantan.
Un portavoz del restaurante dijo que "no era la intención de la gerencia del restaurante negar el derecho de la invitada a amamantar o hacer que la madre u otros invitados se sientan incómodos, avergonzados y despreciados". Sin embargo, parece que el resultado no fue precisamente este.
¿Ustedes qué piensan?