Trabajan juntos y forman una fuerte amistad: después de años descubren que son hermanas

A veces sucede de formar ciertos lazos de amistad y llevarse tan bien con una persona que la consideramos parte de la familia y un elemento del que difícilmente podemos prescindir. A veces se trata de amigos conocidos desde pequeños que nos acompañan durante toda nuestra existencia, otros, en cambio, hombres y mujeres que conocemos de adultos, pero que dejaron una huella en nuestro corazón.

En una situación así se encontraron las dos protagonistas de esta historia, dos mujeres que se conocieron por casualidad y a las que la vida les dio un regalo inestimable.

via Cassandra Raquel Madison/Facebook

Julia Tinetti, de 33 años y Cassandra Madison de 32, se conocieron allá por el 2013 cuando las dos trabajaban en un bar de Nueva York. En muy poco tiempo el vínculo entre ellas se volvió muy fuerte, tanto que comenzaron a verse incluso fuera del trabajo.

"Sentíamos que éramos muy parecidas -contó Julia- Nos veíamos seguido, pasábamos tiempo juntas y nuestra relación era cada vez más fuerte. Nuestras ideas eran similares y luego comenzamos también a vestirnos de la misma manera". Una experiencia muy rara que solo pocos tienen la suerte de tener. También los compañeros de trabajo habían notado la relación entre las dos e incluso, decían que podían ser hermanas.

En realidad ambas habían sido adoptadas de pequeñas, pero comparando los documentos, no había surgido ningún rastro de proximidad familiar entre las dos. Sin embargo, en el fondo, estas mujeres sentían que estaban unidas mucho más que por una simple amistad, entonces decidieron investigar más a fondo.

Después de descubrir tener el mismo tatuaje de República Dominicana, Julia y Cassandra no se dieron por vencidas y ayudadas por sus seres queridos, investigaron a fondo para entender si lo que pensaban, podía ser real. Entonces, después de varios años, tuvieron la confirmación que realmente eran hermanas. Ambas adoptadas de muy pequeñas, ninguna de las dos había tenido noticias de la familia biológica, hasta cuando no se vieron por primera vez y se puso en marcha el mecanismo que las condujo hasta su padre natural: ADriano Luna Collado, que aún vive en el país de origen.

El hombre les contó que con su esposa Yulianna Collado habían tenido 9 hijos, entre los cuales las protagonistas de la historia. Lástima que, cuando habían nacido, la familia se encontraba con problemas económicos y no habrían podido sostener la carga de criar a dos niñas. Entonces, para salvarlas de una vida de penurias, fueron adoptadas. Afortunadamente, el destino sabe siempre qué camino tomar e hizo que se reencontraran y que juntas pudieran encontrarse con su padre, hermanos y familiares que jamás conocieron.

Una gran familia que les dio la bienvenida y que colaboraron para que tengan una mejor vida. Nosotros le deseamos que puedan vivir momentos felices juntas y que no se separen nunca más.