Prohíben al padre y al bebé a tomar el avión para regresar a casa: una viuda amable los alberga en su casa
Ser padres significa tener responsabilidades con tus hijos, protegerlos y cuidarlos de todo lo que necesitan. Los bebés muy pequeños, además, son una alegría, pero también un pensamiento: a ellos, muchas cosas se les impiden, como por ejemplo tomarse un avión. Sabe algo el protagonista de esta historia, un hombre que había volado hacia otro estado para hacerse cargo de su hija nacida de una relación anterior. La bebé, nacida hace pocos días, aún no tenía el certificado de nacimiento y no podía tomar el próximo vuelo para regresar a su casa con su padre biológico. El hombre, desesperado, se encontró bloqueado en el aeropuerto sin saber qué hacer. Afortunadamente, un "ángel" intervino para salvar la situación.
via CBS News
Rubin Swift, en ese momento con 43 años, había volado hasta Phoenix para hacerse cargo de la custodia de su hija biológica. El hombre quedó bloqueado en el aeropuerto ya que no se esperaba que un funcionario le impidiera partir con la bebé, Andrea. La pequeña, de tan solo 4 días, necesitaba el certificado de nacimiento, pero el hospital le había dicho que tardarían al menos 7 días para que lo tenga. Rubin no sabía cómo hacer y estaba preocupado de que, si lo veían dormir en el aeropuerto con una bebé tan pequeña, se la llevarían.
El hombre, entonces, se recordó de una enfermera voluntaria del hospital de Boston, conocida en la sala de terapia intensiva neonatal. Joy Ringhofer, una viuda de 78 años, podía ser su única salvación y así fue. La mujer se ofreció acompañarlo hacia el aeropuerto ese día y le había dejado su número de teléfono. Rubin, por lo tanto, trató de comunicarse con ella y ella inmediatamente corrió para ayudarlo:
"Le dije: 'Te llevaré a mi casa conmigo'", contó Joy a los medios locales.
Joy Ringhofer, viuda de 78 años, aceptó entonces sin pestañar acoger a un completo desconocido en su casa, naturalmente junto a su hija, durante varios días. "Ella es una bisabuela que recientemente perdió a su esposo" explicó Rubin, lleno de gratitud hacia la mujer, "Sabía muy poco sobre mi, sin embargo me dio la bienvenida. El color diferente de piel no era un problema para ella. Me mostró que en este mundo loco todavía hay un poco de compasión". La intervención de Joy ha sido realmente providencial y también la esposa de Rubin lo reconoció: "No teníamos dinero para una habitación de hotel o para un alquiler de autos y no quería que durmiera en el aeropuerto. Estaba asustada porque parecía que no teníamos más opciones".
Para Joy ha sido un verdadero placer hacer de abuela a la pequeña Andrea y también Rubin reconoció inmediatamente el particular vínculo que parecía haber nacido entre la mujer y la hija: "La señora Joy es un ángel y se había unido mucho a Andrea. Cada vez que mi hija sentía su voz, su rostro se iluminaba. Apenas nos recibió, me di cuenta que seríamos amigos de por vida". Gracias a la intervención de Joy, Rubin y la hija pudieron regresar a su casa sanos y salvos. Después de una experiencia como esta, Joy permaneció en la vida de Rubin, el cual conservará el recuerdo imborrable de esa amable señora.