Se niega a desconectar a su esposa enferma del soporte vital: después de 2 meses de oraciones, se despierta
A veces, cuando la vida nos pone frente a dificultades enormes, lo único que nos puede salvar es la fe. Lo saben bien Zach y Autumn Carver, dos padres de tres maravillosos niños que pueden vivir juntos y felices gracias también a las miles de oraciones de Zach. Todo comenzó cuando Autumn de repente se enfermó y tuvo que someterse a una cesárea de emergencia para dar a luz a su tercer hijo. El pequeño nació sano, pero Autumn fue trasladada a terapia intensiva.
via People
Al recordar esos terribles días, Zach recuerda las palabras escalofriantes sobre las condiciones de su esposa: "Me dijeron que tenía 0% de posibilidades de sobrevivir. Fue el peor día de mi vida".
A pesar del mal pronóstico, Zach decidió tomar una posición firme, confiando en la fe: "Les dije a los médicos que no me iría de aquí sin Autumn. Rezaba todo el tiempo. Cada segundo. No puedo explicarlo, sólo sabía que sobreviviría", contó. Todos los días Zach velaba por su esposa, mientras que a la noche iba a ver a sus dos hijas y a su hijo Huxley, que estaban en lo de sus abuelos. Con la llegada del otoño, sin embargo, llegaron también otras complicaciones para la joven madre y esposa: múltiples infecciones, anemia y hasta incluso un paro cardíaco. Después de dos meses en los que la mujer se mantuvo viva gracias a las máquinas, los médicos sugirieron de quitarle a Autumn el soporte vital y dejar que se vaya tranquila. Zach se negó a rendirse.
Zach le rezaba continuamente a Dios para cumplir el milagro: "Me sentaba con ella y rezaba. Iba por los pasillos o me sentaba en la sala de espera. Le rezaba a Dios para que la mantenga viva, para que superara las probabilidades. La necesito, los niños la necesitan". En ese momento, Zach publicó una petición de oración en Facebook que circuló por las redes sociales: "Millones de personas en todo el mundo estaban rezando por nosotros".
A principios de octubre, después de un momento de mejoría, los médicos aceptaron la petición de Zach de quitarle a Autumn la sedación, el tiempo suficiente para que pudiera ver y sostener en sus brazos a Huxley por primera vez.
El primer encuentro fue muy conmovedor. Los días pasaban, así como las miles de oraciones que hacía también Autumn cuando estaba consciente. Los médicos sugerían la opción de un trasplante pulmonar para ayudar a la recuperación de Autumn, pero Zack buscó primero otra opinión profesional. Seguía creyendo que su esposa se curaría milagrosamente. Afortunadamente, un cirujano torácico propuso una terapia que logró evitar el trasplante y traer a Autumn a casa después de pocas semanas.
Después de esta experiencia Zach dijo que se acercó mucho más a Dios: "Estoy más cerca de mi familia. Rezo con mis hijos todas las noches, antes no lo hacía. La oración salvó a mi esposa y no solo salvó su vida, sino que ha cambiado la mia".
