Irrumpe en la casa de una anciana de 82 años, pero ella lo noquea: es campeona de levantamiento de pesas (+VIDEO)
La seguridad personal es seguramente una de las primeras preocupaciones, desde cuando estamos dando un paseo o dentro de nuestra casa. A menudo, de hecho, recurrimos a alarmas u otros trucos para defendernos de los ladrones que quieren entrar en casa ajena. Algunas personas, por ejemplo, no soportan la idea de permanecer solas en su casa de noche, porque se sienten inseguras durmiendo solas. Casi todos, además, ya tienen un sistema de alarmas probado, pero la protagonista de esta historia pensó en poder contar con sus propias fuerzas para defenderse de un ladrón que quería entrar en su casa. Lo que más sorprendió fue el hecho de que la señora tenía 82 años en el momento de los hechos.
¿Qué harían si alguien golpeara la puerta de sus casas, de noche y están solos allí? Estamos bastante seguros de que nadie de ustedes abriría esa puerta, aunque del otro lado un hombre les dijera que está herido. También Willie Murphy, una señora de 82 años, no le creyó mucho a las peticiones de ayuda del hombre que en plena noche comenzó a golpear la puerta de su casa. Obviamente, para evitar cualquier posibilidad de error, la mujer inmediatamente se comunicó con la policía diciéndole que un hombre estaba delante de su casa diciendo que estaba herido. Mientras esperaba a la policía, sin embargo, el hombre forzó la puerta de ingreso, metiéndose en la casa de la señora Willie.
La señora en cuestión no entró en pánico, si bien admitió que se asustó y reaccionó defendiéndose como pudo. La mujer de 82 años no era exactamente el clásico tipo de abuela que encontramos en un supermercado: Willie es una campeona de levantamiento de pesas y siempre se mantuvo bien en forma.
La "viejita" levantó una mesa de su casa y literalmente se defendió con eso. Luego, también derramó un envase entero de shampoo sobre el rostro del intruso, impidiéndole que vea y esperó la intervención de la policía. Cuando la policía llegó, encontraron la situación definitivamente bajo control, con la señora Willie que había dejado inofensivo al ladrón. No era Willie quien necesitaba atención médica, ¡sino el intruso que evidentemente había elegido a la anciana equivocada para tratar!
Al día siguiente, en el gimnasio, todos la felicitaron por su rapidez y un amigo de hace mucho tiempo dijo: "Probablemente peso casi el doble que ella, pero no quisiera tenerla en mi contra. ¡No se bromea con Willie!".
