Está de baja por maternidad cuando queda nuevamente embarazada: despedida
Ser madre y al mismo tiempo seguir siendo independiente no es algo sencillo. Hay muchas mujeres que logran conciliar bien las dos cosas y otras que deben hacer muchos esfuerzos para que todo salga bien. Si hay una pareja o una familia con la cual se puede contar todo es más sencillo, pero cuando uno está solo, por ejemplo, la situación se complica.
Si las cosas van o no bien, depende también de la disponibilidad de los jefes y de su comprensión ante las circunstancias en las cuales una madre se encuentra. No siempre, lamentablemente, las personas están dispuestas a escuchar y a entender, por lo cual podría encontrarse con varios problemas con los que lidiar. Algo que le sucedió a la madre de la que queremos hablarles.
via Glasgow Live
Empleada en un salón de peluquería, Siobhan Black hace poco había dado a luz a su primer hijo y aún estaba en licencia por maternidad, cuando descubrió que quedó embarazada nuevamente. El feliz evento inmediatamente fue comunicado a Evelyn Drain, dueña de Pat Drain Barbers en Kilsyth, el negocio donde trabajaba en North Lanarkshire y juntas acordaron la fecha de regreso al trabajo. Lástima que a su regresó se encontró esperándola una lamentable sorpresa.
Al final de su turno, de hecho, se le informó a Siobhan sobre su despido inmediato. La madre de dos hijos se encontraba repentinamente sin salario, no sabía cómo hacer frente a las necesidades diarias y todo por haber dicho que estaba por segunda vez embarazada. Una noticia que debería traer solamente reacciones positivas, pero aparentemente no es así.
Aunque la dueña del salón afirmó en reiteradas ocasiones que la decisión no tenía nada que ver con el embarazo, sino puramente ligada a una disminución en las ganancias, su ex empleada se sintió menospreciada y "atacada", motivo por el cual decidió pedir una compensación. Después de cuidadosa evaluación y en ausencia de pruebas que afirmaran lo contrario, desde el tribunal le dieron la razón a la nueva madre, aprobando para ella una indemnización de 7.500 libras esterlinas.
Al final, la mujer ganó la batalla y durante un tiempo pudo respirar aliviada a la espera de otro trabajo y de tiempos mejores.
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