Pareja deja una enorme propina a una camarera: ella rompe en llanto y no sabe qué decir (+VIDEO)
No sucede a menudo encontrarse frente a gestos de amabilidad y generosidad tan inesperados que casi nos emocionan. Al contrario, cada tanto nos convencemos que alrededor nuestro el altruismo está cada vez menos presente y por eso la confianza en el prójimo tiende a disminuir.
Sin embargo, afortunadamente, todo esto no siempre es verdad y a veces están quienes deciden sorprendernos de una forma maravillosa, dejándonos literalmente sin palabras. Precisamente como le sucedió a la camarera estadounidense de la que les hablaremos, que quiso compartir su historia después de un largo y agotado turno de trabajo que para ella terminó con una sorpresa increíble para ella. Veamos qué fue lo que sucedió.
via CBS Miami
Trabajar como camarero no es algo sencillo: muchos lo saben bien. Servir las meses y tener que lidiar con pedidos y clientes es bastante agotador y la paga, lamentablemente, no siempre es satisfactoria. Tracey Gerlach, sin embargo, siempre ha hecho su trabajo con una sonrisa en Florida y la noche en la que le sucedió algo especial no fue diferente.
"Me encanta encontrar personas nuevas y hablar con ellas, para mi ver un cliente que se va ´pleno y feliz es una verdadera alegría", comentó la camarera. Y aparentemente, esa noche el destino estaba listo para premiar su buen humor y su bondad, haciendo que conozca a dos clientes muy especiales.
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"Estaba esta pareja, más joven que yo, con ellos dos hijos pequeños -contó Tracey- era la última mesa de la noche y cuando se fueron me acerqué para levantar la mesa. En ese momento me encontré con una sorpresa: ¡un cheque de 1000 dólares como propina!". Cualquier persona, frente a un regalo así, no sabría qué decir o cómo reaccionar y para nuestra camarera fue igual.
"Los seguí corriendo afuera del local y le pregunté si esa propina era real -continuó Gerlach-. Me dijeron que lo era al 100%, que era una persona maravillosa y que merecía ese dinero. Los abracé emocionada, no sabía qué decir; ellos sonrieron, me desearon una buena noche y se fueron".
Cuando Tracey regresó al restaurante y les dijo a todos lo que había sucedido, el personal completo la felicitó, comenzando por su jefe, que estaba muy feliz de tener en su equipo a una camarera así. Ciertamente es bastante raro asistir a una manifestación de generosidad como esta y podemos decir -sin correr el riesgo de exagerar- que son precisamente estos los episodios que nos hacen recuparar un poco la confianza en el prójimo.
¿Qué piensas de la "súper-propina" que dejaron esos dos clientes?