Va a cenar afuera y descubre un cuadro de su madre en el restaurante: había sido robado años atrás (+VIDEO)
Cada familia tiene sus raíces y un pasado en el que se basa toda su historia y es bonito saber que hay también pequeñas o grandes reliquias que son transmitidas de generación en generación. A veces se trata de objetos muy antiguos, otras de costumbres muy difíciles de dejar, en cualquier caso y sea cual sea el tesoro a guardar, siempre es importante asegurarse que no termine en las manos equivocadas. Lástima que no pocas veces y por varias razones, suceda precisamente esto.
Sabe algo la protagonista de esta historia, la cual, totalmente de modo inesperado, logró recuperar una de las cosas más hermosas que jamás se hayan tenido. Descubramos de qué se trata.
via CBS DFW
Todo comenzó con una cena entre amigos y en un restaurante en Dallas, en los Estados Unidos. En un día cualquiera, Katy Ryan, hija de la protagonista, se dirigió hacia Bowen House para una charla entre conocidos. Mientras todo eso sucedía de la forma más normal posible, la mujer sintió algo extraño. "Fue una extraña sensación -dijo la mujer- Era como advertir la presencia del pasado o algo similar junto a mi". En realidad, ahí cerca, no había nada más extraño, excepto una pintura. Un cuadro en el cual estaba representada una hermosa adolescente con cabello castaño y era precisamente la que se había asomado desde el pasado.
La modelo del cuado era su madre anciana - la entonces joven Betsy Daniels, ahora con 78 años- que se encontraba casualmente expuesta en ese restaurante. Según lo que dijo Katy, de hecho, el cuadro nunca había sido regalado, sino robado y terminado, no se sabe cómo, en las manos del dueño del restaurante. Algo muy extraño que llamó su atención. "Ey, pero ella es mi madre -habría exclamado Ryan- ¿Por qué está en la pared de este restaurante?".
Hablando con el dueño, luego, la mujer descubrió que había sido comprado en un negocio de antigüedades donde, muy probablemente, había terminado allí después del robo.
Después de este fantástico descubrimiento, Betsy Daniels decidió acudir al restaurante para ver en persona la reliquia familiar. Aquí intercambió algunas palabras con el dueño, Daniel Alqassen, el cual no dudó ni un solo instante en devolver el objeto.
"No quiero, sin embargo, que termine esta historia -confesó el hombre- Quiero que se transmita de cliente a cliente y que se recuerde una historia tan particular. Realmente creo que imprimiremos la pintura en nuestros posavasos -continuó- nos gustó mucho y queremos contar su historia".
Una historia bastante particular que, estamos seguros, no será olvidada tan fácilmente. Sin contar que, a veces las coincidencias de la vida son increíbles y no siempre es fácil creer que son también reales. ¿Están de acuerdo?