Ya no se depila y se acepta por cómo es: "quisiera que todas las mujeres hagan lo mismo"

En los últimos años cada vez más mujeres -y hombres- le prestan mucha atención a su apariencia física. Las redes sociales con sus filtros y maquillajes han creado modelos cada vez más imposibles de seguir, por eso recientemente muchas personas decidieron decir "basta" y mostrarse naturalmente.

Algunas chicas, por ejemplo, decidieron lucir sus supuestos "defectos" estéticos transformándolos en características personales, como Esther Calixte-Bea, una artista canadiense de 25 años que decidió dejar de depilarse y aceptar sus pelos superfluos en todo su cuerpo, invitando a las mujeres a hacer lo mismo y a que vivan bien con ellas mismas.

via Indy100

Esther tuvo que luchar contra el vello no deseado desde pequeña: había crecido con pelos en el pecho y esto la hizo sentir insegura durante años. No soportaba tanto su apariencia que la joven dejó de nadar porque estaba cansada de someterse a rasuradas o depilaciones que le producían irritaciones. Luego, Esther, decidió que ya era suficiente y dejó de depilarse después de un viaje a Haití.

Después de haber viajado por el mundo, la joven se dio cuente que los estándares de belleza varían según su país: "Esto me hizo entender que podía elegir por mí misma y que no debía esperar a que la sociedad aceptara mi cuerpo y mi apariencia", comentó. Entonces, cuando regresó a su casa, le reveló a su familia y a sus amigos que tenía un pecho peludo: "Nadie lo sabía, pero me sentía cómoda y ya no quería esconderme porque era un peso enorme".

La joven comenzó a usar shorts y vestidos, revelando sus pelos de todo el cuerpo con una naturaleza tal que inmediatamente fue aceptada por sus seres queridos: "Mis amigos estaban realmente muy orgullosos de mi y apreciaron mi iniciativa. Mi madre, mi hermana y mi tía sabían que tenía pelos en el pecho, pero también ellos apoyaron inmediatamente mi decisión", contó. Lo que le faltaba como último paso para aceptarse al 100% era la famosa "prueba del traje de baño", es decir mostrarse en bikini sin pasar por la depilación.

Inicialmente Esther confesó que se sintió muy nerviosa, pero luego vio en la playa a un hombre muy peludo que no se preocupaba de la mirada de los demás. Sabía que para ella era diferente, porque era mujer, pero quería de todas maneras derribar este estereotipo. Entonces se fue a la cabaña y se puso su bikini: caminó por la playa, corrió por la arena, jugó con las olas con extrema espontaneidad: "¡Me divertí muchísimo!", dijo.

Las personas alrededor de ella no pudieron evitar notar su cuerpo y sus piernas con pelos y una familia hasta incluso la miró durante más de 10 minutos, pero Esther reaccionó de la mejor forma: "Decidí sonreir y saludarlos, mientras que ellos miraban los pelos de mis axilas. ¿Por qué sentirse ofendidos por las miradas cuando yo hubiera hecho lo mismo en su lugar? Al final, no estuvo tan mal. Ahora siento una libertad que nunca había sentido antes y me amo aún más".

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