Todas las mañanas se pone bonito para visitar a su esposa que perdió la memoria: es la única mirada que aún reconoce
Entre las enfermedades más insidiosas y dolorosas que afectan a la edad adulta está seguramente el Alzheimer. Se trata de una patología con varios niveles de gravedad, pero que, al final, inevitablemente nos arrebata lo más valioso de cada uno de nosotros: los recuerdos y las experiencias que han colaborado a formarnos como personas. No en vano, es una enfermedad que trastorna los equilibrios familiares y que deja una marca imborrable no solamente en el paciente que lo sufre, sino también en sus seres queridos. El video que queremos mostrarles hoy habla precisamente del último punto de apoyo que aún le queda a una anciana mujer con Alzheimer en este mundo: el amor por su esposo, que nunca se ha desvanecido como el resto de sus recuerdos.
En el video que fue publicado en TikTok por la nieta Catalina, se ve al abuelo intentando peinarse y preparándose para ir a visitar a su esposa en su habitación. Él tiene 86 años, mientras que su esposa tiene 82, - están casados desde hace 56 años y vivieron muchas cosas juntos, buenas y malas. Precisamente durante los últimos años, la vida decidió jugarles una muy mala broma, enfermando a la mujer. Lamentablemente, si bien existen en curso muchos tratamientos experimentales, aún no se encontró una solución definitiva para el Alzheimer, que todos los años sigue llevándose varias víctimas, familiares en duelo incluidos.
"Mi abuelo se pone bonito todas las mañanas para visitar a mi abuela en su habitación" explica Catalina, la nieta. "Están casados desde hace 56 años. Mi abuela se enfermó hace más de 15 años. A pesar de haber perdido la memoria y todos sus recuerdos, mi abuelo aún es su rostro familiar".
"Esta es su infaltable rutina diaria. Estamos convencidos de que es lo que lo mantiene aquí con nosotros. Si me preguntaran qué es el amor, diría que miren a mis abuelos. Esa mirada dice todo sin necesidad de decir nada", agregó Catalina. En el video, la abuela reconoce claramente a su esposo y sonríe aún mientras lo mira a los ojos y mientras él intenta hacerla reír con una broma. Obviamente, el anciano sabe bien que ese momento fugaz de felicidad podría desaparecer de un momento a otro ya que su adorable esposa podría dejar de reconocerlo, pero hasta que siga esa llama viva en sus ojos él seguirá estando para ella: "No dejes nunca de mirarme", le dice tiernamente.
