"Era una indigente y ahora soy millonaria: lo importante es no rendirse"
Soñar en grande, desear poder tener todo lo que uno quiere o casi, sentirse tranquilos y en paz afrontando la vida diaria es un sueño que comparten muchas personas. No todos logran hacerlo realidad, pero nunca hay que dejarse desanimar por las adversidades y pensar siempre en positivo, aunque la vida nos ponga frente a obstáculos constantes.
Sabe algo de esto la protagonista de esta historia que, partiendo del peldaño más bajo en la escala social, logró una remontada que la llevó a una estabilidad económica muy buena y una existencia tranquila, rodeada de sus maravillosos hijos.
via Daily Mail
Rebecca Barr es una mujer de 40 años que se hizo famosa entre el gran público por su estupenda historia de revancha. La mujer, ciudadana de Kingston-Upon-Thames, Londres, contó en varias entrevistas que comenzó desde un nivel de pobreza extremo, antes de alcanzar su éxito. Hija de un oficial de marina que murió prematuramente, la joven tuvo que hacer lo imposible para seguir adelante.
Después de la pérdida de la figura paterna y con una madre que nunca se recuperó del triste acontecimiento, la joven se arremangó y comenzó a trabajar desde cuando era una adolescente. Creció de repente y a pesar de los 3 trabajos diferentes, uno de los cuales como niñera, Rebecca cuidó de sus hermanos y siempre intentó hacer lo posible para seguir estudiando, no rindiéndose a la negatividad, sino afrontándola siempre con la frente en alto: algo que la llevó al éxito.
Es cierto, el crecimiento no fue fácil y vivir sin una vivienda estable es una prueba difícil de superar, pero su perseverancia, su tenacidad y fuerza de voluntad fueron premiadas de la forma más adecuada.
Su revancha llegó cuando, después de años de aprendizaje y de varios trabajos, encontró el camino correcto en el sector de recursos humanos, hasta convertirse en una verdadera coach para todas las mujeres emprendedoras que quisieran dar un giro laboral en sus caminos, pero no se sienten completamente capaces. Es ahí donde Rebecca interviene y las ayuda a alcanzar el éxito, como ella misma supo hacer. Sin contar que logró ingresar en el campo de las inversiones, comprando varios negocios que, en el lapso de algunos años, la hicieron una mujer muy rica.
Y mientras construia una brillante carrera laboral, esta mujer de 40 años también encontró el tiempo para formar una familia. Sus tres matrimonios no terminaron bien lamentablemente, pero los frutos que dieron es lo más querido que tiene Rebecca: sus 5 hijos de entre 12 años y 12 meses.
Ahora que es una empresaria y madre soltera, sigue mirando hacia el futuro con la sonrisa en sus labios: "Me juré a mi misma que mis hijos nunca tendrían que afrontar las dificultades en las cuales me encontré yo de pequeña y que nunca les faltaría nada -dijo- y así será".
Una promesa hecha a sí misma muchos años atrás, que sigue manteniendo y que es el motor impulsor de cada acción. A nosotros solo nos queda felicitarla por el éxito obtenido y por haberse convertido en un gran ejemplo. No importa, después de todo, de donde comienzas, sino cuánto quieres subir y si lo haces con honestidad, la vida sabrá recompensarte adecuadamente.