Esta madre espera su decimosexto hijo y confiesa no querer detenerse
Hay personas a las que no le gustan mucho los niños y prefieren no tener hijos, luego están aquellas que quisieran al menos uno y otras que desean rodearse de pequeños a los que cuidar. Pues bien, la señora Lyette Reback forma parte de esta última categoría. La mujer, de 40 años, creció como hija única y -deseando estar rodeada de una familia más grande- logró cumplir su sueño y espera su decimosexto hijo.
Dio a luz a su primer hijo a los 21 años y desde entonces no se detuvo jamás: pasó 10 años completos de su vida embarazada, durante los cuales ganó y perdió 273 kilos.
via Littlethings
Con todos estos hijos a cargo, su casa parece más una pequeña empresa familiar, pero está increíblemente organizada. Es Lyette quien se ocupa de la educación de cada uno de sus hijos, mientras que su esposo David va a trabajar para costear la compra semanal de 650 dólares. Los dos se conocieron cuando ambos tenían tan solo 19 años. Apenas 10 días después de ese amor a primera vista, decidieron casarse y dos años después llegó su primera hija.
La pareja cuenta con seis hijos varones y otras nueve mujeres, de los cuales once son biológicos y cuatro adoptados, con una edad de entre 20 y los 4 años. "¡En todos mis embarazos nunca recurrí a una cesárea!", comentó la súper-madre, que también encontró tiempo para escribir un libro sobre cómo manejar de la mejor manera el tiempo en la casa con sus hijos. ¿El día de una familia así? Es fácil decirlo.
"Me despierto todos los días a las 5.30, comienzo el día con una oración y escribo una lista de cosas para hacer. Luego despierto a los niños para reunirnos para la educación en casa", contó Lyette. La mujer les enseña a sus hijos matemática, ciencias, idiomas, historia, arte y le asigna a sus hijos una lista de tareas domésticas según la edad. Por ejemplo, Trinity, de 13 años y Liberty, de 11, preparan tres comidas al día, mientras que los otros hermanos pasan la aspiradora, limpian los baños, quitan el polvo, etcétera. Todos los hijos participan a los eventos de la comunidad y ayudan con la caridad de su madre.
Son una familia muy unida: casi siempre logran comer juntos y organizan también una velada de películas semanal. A la noche, Lyette se asegura de tapar a cada hijo antes de irse a dormir: "A veces es tan difícil que apenas puedo recordar mi propio nombre, pero siempre vale la pena", comentó.
¿Y a ustedes les gustaría tener una familia tan numerosa?