Un hombre se niega a dar el asiento a otro pasajero que quiere viajar cerca de su esposa
Viajar es una experiencia maravillosa y también muy inspiradora: se pueden admirar muchos lugares y personas increíbles que nos ayudan a conservar hermosos recuerdos y a "ampliar nuestra mirada". Seamos realistas, ¿a quién no le gusta viajar? La idea de visitar varios lugares, quizás muy diferentes de aquellos en los que vivimos de forma permanente, es muy atractivo: a menudo hay que lidiar con muchas culturas y tradiciones originales, pero a veces se pueden conocer personas realmente únicas.
Esta historia tiene que ver precisamente con un encuentro "particular" entre dos personas. Descubramos juntos qué sucedió.
Jay Kloss, un hombre de Melbourne, estaba volando junto a su esposa en "primera clase" y todo iba como lo había programado la pareja. Jay estaba un poco molesto, solo un pequeño detalle lo afligía: no había logrado reservar el asiento al lado de su esposa. La pareja de hecho se sentó, en línea recta, en la misma fila de asientos, pero se encontraba separada por el pasillo del avión. El hombre quería sentarse exactamente al lado de su esposa, en el asiento adyacente a ella en la otra fila.
El problema era que sentado al lado de su esposa había otro hombre y por lo tanto, ni siquiera queriendo, podría haberse levantado, cruzar el pasillo y sentarse allí, cerca de su amada que se encontraba en el asiento más cercano a la ventanilla del avión. La solución al problema, pensó Jay, era fácil y obvia: le preguntó al hombre que estaba en el medio de él y su esposa, amablemente, si podían hacer un cambio de asiento. Nada más sencillo. ¿O no?
"Ey ¿te molestaría cambiar de asiento así puedo sentarme con mi esposa? Es su cumpleaños", había comenzado el señor Kloss. El hombre al cual le habían hecho esa pequeña petición no le respondió a Jay. "¿Es posible cambiar de asiento?", presionó Jay. Nuevamente el hombre ignoró a Jay que comenzó a ponerse nervioso. A pesar de las múltiples solicitudes de Jay, no hubo forma de mover al hombre que, literalmente, separaba a la pareja.
Al final otro señor, cerca del asiento de Jay, tuvo la amabilidad de cambiar de lugar con su esposa haciendo que fuera posible la inmediata cercanía de la pareja. Sin embargo, el señor Kloss permaneció furioso durante todo el vuelo y posteriormente dijo que quería "darle una bofeteada" al hombre que se había negado en cambiar de asiento.
El episodio, que terminó en internet, generó varias polémicas. Muchos se pusieron del lado del hombre que le había negado el pequeño favor a Jay: "el señor no estaba obligado a renunciar a su asiento, aunque era lo más bonito que podía hacer", escribió un usuario, "te equivocaste, deberías haber reservado los asientos juntos desde el comienzo", comentó otro. Otros usuarios, en cambio, apoyaron a Jay: "me gustaría dar una mano en cualquier momento", escribió uno, "estoy contigo Jay, ¡¿Por qué alguien no se movería en estos casos?! Es sólo una demostración de poder" dijo otro.
¿Ustedes quién piensan que tiene razón? ¿Hubieran dado el asiento?
