Esta joven dice que las mujeres económicamente independientes no son realmente felices
En el siglo XXI se sabe, muchos estereotipos ahora están disminuyendo: ¿quién todavía está realmente convencido, por ejemplo, que las mujeres son "más adecuadas" para criar a sus hijos y ocuparse de la casa con respecto a los hombres? ¿O que a los hombres les guste necesariamente los autos, los deportes y nunca lloran?
Se trata de estereotipos que ahora la mayoría son percibidos por la mayoría de las personas como antiguos y obsoletos. Por la mayoría, pero no por todos. También hay quienes, de hecho, aún abrazan estas convicciones a tal punto que hacen una verdadera filosofía de vida. ¿Qué queremos decir con eso? Veámoslo juntos.
via tvyfarandula.com
Linda, influencer de 23 años, argumenta fuertemente que las mujeres económicamente independientes no son realmente felices. Sólo hace algunas décadas era común el pensamiento de una pareja de personas cuyos roles y tareas estaban fuertemente arraigadas: la cultura, las costumbres de entonces, imponían que la "normalidad" viera, por ejemplo, al hombre como el sólo y único trabajador "que llevaba el pan a su casa", mientras que la mujer quedaba relegada a tareas que implicaban únicamente el cuidado de la familia y de la casa. Hoy en día, estos preconceptos fueron disminuyendo y la figura del hombre y de la mujer ya no tienen separaciones tan claras: un hombre puede tranquilamente ser un amo de casa y una mujer, una ejecutiva de carrera, nada de extraño en ello.
Linda pone en discusión estas ideas evolutivas y por el contrario afirma que "las mujeres económicamente independientes no son felices al 100%", "compartir los gastos no es natural".
Linda está casada y es mantenida económicamente por su esposo que gana la módica suma de 150 mil dólares por mes. La mujer contó que renunció a su sueño de ser médica, pero que lo hizo con gusto y ahora está feliz de poder dedicarse plenamente a su amor y al cuidado de su núcleo familiar. Linda considera que "dividir en partes iguales" los gastos no es saludable para una pareja: "solo lleva a la infelicidad de los dos" contó. En las redes sociales la mujer no escatima y por eso presume: "nunca pagué una factura en mi vida y aunque si mi padre me quisiera menos dependiente de mi esposo yo no podría estar más feliz que así".
En definitiva, hay mujeres que se preocupan por su imagen de amas de casa y no se avergüenzan de ello. Pero ¿es realmente bueno hacer alarde de esta decisión de vida y criticar abiertamente a aquellas parejas que basan su vida en una diferente gestión económica? ¿Qué piensan?