Padre e hijo realizan una cirugía de corazón juntos y logran salvar una vida
La relación entre padres e hijos es uno de los lazos más fuertes que se pueden crear entre dos individuos: ambas partes se complementan disfrutando de las experiencias del otro.
A veces los hijos deciden emular sus figuras paternales no sólo en lo que se refiere a una persona, sino también eligiendo seguir los mismos pasos. En esta emocionante historia, padre e hija "caminan" sobre los mismos pasos y continúan su camino lado a lado con una única misión: hacer el bien. Descubramos cómo.
Sophia Roberts, una joven doctora de Missouri (Estados Unidos), lleva toda su vida formándose para convertirse en cardiocirujana como su padre. La mujer, de hecho, ya desde pequeña, inmediatamente mostró un gran interés por el trabajo de su padre, además de que el hombre la había criado dándole muchos estímulos inherentes en el campo de la medicina: "en lugar de leer cuentos de hadas, le hacía leer mis libros de anatomía", cuenta.
Harold Roberts (el padre) llevó a Sophia, de 11 años en ese entonces a ver su primera operación y la pequeña pudo observar a su padre mientras realizaba una cirugía de la válvula mitral. "En lugar de estar agitada estaba fascinada y bastante tranquila, miraba atentamente y parecía apreciar realmente lo que estaba viendo". Ni siquiera su padre esperaba que podía vivir una experiencia similar.
Harold, por pura coincidencia, había encontrado trabajo en el mismo hospital donde la hija se estaba especializando, asique, cuando le llegó a sus manos un caso de un paciente que necesitaba una cirugía del corazón, le dijo a Sophia. La joven cirujana inmediatamente se mostró interesada y comenzó a estudiar duramente este caso para llegar lo más preparada posible a su primera operación.
La cirugía consistía en reemplazar la válvula aórtica del paciente y padre e hija hicieron un trabajo ejemplar ayudándose mutuamente: "Sophia hizo realmente un excelente trabajo, estuvo fluida y concentrada durante toda la operación" comentó su padre. "Todo esto es increíble: ¡me parece ayer que le enseñaba a andar en bicicleta y ahora la acompañé durante su primera cirugía a corazón abierto!"
También la prometedora cirujana comentó la historia: "fue algo muy especial que yo haya operado con él durante mi primera operación, aunque cuando se opera hay que concentrarse solamente en el paciente y hacer que todo salga bien". Y así fue: el paciente, luego de la operación, goza de un excelente estado de salud. ¿Te gustaría que tus hijos hicieran el mismo trabajo que tú? ¡Haznos saber!
