Joven va en contra de los deseos de su padre y se casa con un hombre de piel negra: después de 60 años aún siguen juntos
El amor, el matrimonio y la familia son conceptos a los cuales estamos acostumbrados a pensar muy a menudo: forman parte de la vida de todos más o menos directa. Hoy en día, sin embargo, estamos acostumbrados a pensar en estas ideas con una mirada moderna, basada en el libre albedrío. Pero no siempre es así: si piensan, de hecho, en todos esos matrimonios que fueron "arreglados" en el pasado, en esas uniones forzadas hechas sólo por conveniencia de dos familias o incluso en esos amores prohibidos porque los dos venían de familias que abrazaban diferentes creencias religiosas o políticas diferentes.
En definitiva, muchas cosas que hoy se dan por sentadas no siempre lo han sido y de vez en cuando sería bueno recordarlo, quizás echando un vistazo al pasado. La historia de hoy quiere ser un "recuerdo" (literalmente recordado) de los progresos culturales que fueron logrando.
Women's March California/ Facebook
Leon Watson y Rosina Rodriguez son los protagonistas de esta apasionante historia. Él formaba parte del Cuerpo de la Marina y era originario de Mississippi, ella había crecido en México. Los dos se gustaron de inmediato y habían comenzado a desarrollar un fuerte vínculo entre sí. Todo muy hermoso y nada extraño hasta aquí, ¿verdad? El problema es que ella era una mujer de tez blanca, mientras que él era un hombre con tez oscura. Y si piensan que también esto no es un hecho reseñable es porque no saben que esta historia comenzó en 1949, un período histórico, bajo algunos puntos de vista, bastante delicado.
Los dos enamorados tuvieron una vida difícil desde su primera cita: habían ido al cine y el solo hecho de sentarse uno al lado del otro en la sala había suscitado mucha polémica y generado indignación entre las personas. Esto ha sido uno de los tantos episodios que minaron su relación: las personas en la calle los señalaban, los insultaban y los juzgaban cada vez que la pareja se mostraba unida públicamente. ¿Este trato quizás los detuvo?
¡Ciertamente no! La pareja simplemente había aprendido los lugares y las personas que merecían ser frecuentados. Después de un año de novios Leon le pidió a Rosina que se casara con él y le dijo que sí sin dudarlo. Cuando el padre de Rosina recibió la noticia de la propuesta de matrimonio cruzó todo Nuevo México para disuadirla en persona él mismo.
El amor prevaleció y en 1950 la pareja se casó en Oakland, California y también este evento no fue absolutamente obvio: los matrimonios interraciales habían sido legalizados en el estado solo algunos años atrás, en 1943. La ley por lo tanto estaba de su lado, pero las almas de la mayoría de las personas aún estaban muy adversas con esa idea: cuando la pareja se mudó a su nueva casa fueron varias las familias que decidieron dejar el vecindario para no tener a los recién casados como vecinos.
La pareja tuvo que convivir durante mucho tiempo con el malestar que les generaba la gente al saber que estaban juntos y verlos, Rosina hasta incluso tenía miedo de hablar de su matrimonio con un hombre de tez negra en el trabajo, temiendo que la noticia pudiera haberla echado. Luego, un día, por pura necesidad, la mujer se vio obligada por algunas circunstancias a dejar entrar a su jefe a su casa y la verdad salió a la luz. Sin embargo, para sorpresa de la pareja no sucedió nada: Rosina mantiene su lugar de trabajo y nadie en el trabajo habló mal de ella. ¡Desde entonces pasaron 60 años y los dos enamorados están más unidos que nunca!
Esta historia nos recuerda que existen fuerzas naturales, como el amor, que no pueden ser moderadas por ninguna ley, costumbre o creencia impuesta por el hombre. ¿Ustedes qué piensan de esta evocadora historia?
