Una mujer conoce a un vagabundo y transforma su vida con un simple gesto de amabilidad
La vida nunca toma el camino que intentamos planificar y es fácil caer al abismo luego de numerosas dificultades, sólo se necesita un gesto genuino de altruismo para trastocar al destino de una persona desafortunada: lo sabe muy bien el señor Brian Bannister, un vagabundo de Newcastle, Ontario, Canadá.
En un día como muchos, el hombre conoció a la señora Danielle MacDuff, dueña de una finca en una zona limítrofe: después de haber hablado un poco con ella, su vida cambió de manera positiva en muy poco tiempo y nunca se hubiera imaginado que podría pasar. Pero comencemos en orden y descubramos la historia de Brian y Danielle con detalles.
via Goodnewsnetwork
Danielle notó que Brian estaba sentado en un rincón de la calle, intentando leer un libro y pidiendo caridad. Después de donar algunas monedas, la mujer comenzó a hablar con el vagabundo y su historia realmente la conmovió. Brian se enfrentó a enormes desafíos en su vida y su camino no ha sido para nada fácil, hasta incluso perdió a dos esposas: una en un accidente y la otra debido a un cáncer. Todas estas dificultades lo llevaron a darse por vencido y a vivir sin un propósito bien definido.
La historia de Brian ha conmovido a Danielle tanto que lo invitó a trabajar en su finca desde el día siguiente. Además, lo invitó a instalarse momentaneamente en el galpón de la empresa agrícola para refugiarse del frío y tener un mínimo de comodidad y servicios, como agua corriente o un baño. "Danielle me ofreció hospitalidad y un trabajo de una forma tan espontánea que quedé encantado. Trabajo todos los días duro en su finca para demostrarle toda mi gratitud, le dio un sentido a mi existencia", explicó Brian.
El día laboral en la finca es intenso, pero gratificante: Brian y Danielle -junto a otros miembros de la empresa- limpian los establos, transportan el heno y cuidan a 200 animales, entre ellos cabras, vacas, caballos y perros. Hay turnos de mañana y tarde, junto al descanso del almuerzo. Después de haberle ofrecido un alojamiento y un trabajo a Brian, Danielle decidió hacer aún más: le regaló a Brian un celular y acceso a un apoyo económico provincial. Además, lanzó una recaudación de fondos para que tenga comida, ropa y una habitación en un hotel -o quizás un departamento en alquiler- para poder vivir más cómodo.
"No puedo creer que alguien se preocupe tanto por mí", comentó Brian. Después de un similar gesto de generosidad, Brian y Danielle forjaron una profunda y sólida amistad: "Brian está haciendo mucho para mí y para la finca: es un trabajador incansable y un gran amigo", dijo Danielle.
Es increíble como un simple acto de amabilidad, unido a la sensibilidad de una comunidad, puede sacar a una persona en dificultades en muy poco tiempo. Y es bonito saber que existen personas así y que cada uno de nosotros podría encontrarse con ellas.
