Después de 7 años cura y monja abandonan la religión: cuando se vuelven a ver, nace el amor
Enamorarse es lo más hermoso que puede pasar en la vida, hay que reconocerlo. El amor es un sentimiento profundo y único, que puede manifestarse de muchas formas y cada uno elige el camino que considera el más correcto. Hay quienes forman una familia gracias al encuentro con una pareja especial, y quienes, en cambio, sienten un fuerte desplazamiento hacia la religión y deciden poner su vida al servicio.
Algo que les sucedió a los dos protagonistas de esta historia: un hombre y una mujer que se formaron para convertirse en cura y monja, cuando algo cambió en sus existencias. Descubramos juntos qué fue lo que sucedió.
via Debate
Tomás y Massiel son dos jóvenes mexicanos que dedicaron una buena parte de su juventud a la formación religiosa. Los dos sintieron que era su camino y querían firmemente dedicar su vida a Dios. Por lo tanto, se pusieron manos a la obra y estudiaron lo más que pudieron para prepararse para su misión. Durante 7 largos años siguieron adelante hacia esa dirección, usaron ropa religiosa y han trabajado de diferentes formas en contacto con la gente.
Mientras cada uno de ellos seguía por su camino, los chicos se conocieron. Hasta aquí nada extraño, se conocieron, establecieron una buena relación de trabajo, pero sus intercambios no fueron frecuentes.
El destino, sin embargo, sabe siempre cómo sorprendernos y así fue también para ellos. Después de años de trabajo religioso, Tomás sintió que algo estaba cambiando. Sus deseos ya no eran los mismos y se dio cuenta que poco a poco la cotidianidad ya no era para él. Motivo por el cual eligió abandonar las túnicas religiosas y comenzar una nueva vida. Luego, sin querer, descubrió que a Massiel le había sucedido lo mismo y decidió volver a contactarla.
La joven había sentido lo mismo durante un largo período de tiempo y al final, había entendido que lo mejor que podía hacer era dejar la vida monástica. Los dos jóvenes estuvieron en estrecho contacto, discutieron largamente la situación que habían vivido, hasta que de una simple amistad nació algo más.
"Comencé a mirarla de otra manera -confesó Tomás- Vi su sonrisa, sus ojos y su nueva forma de vestir y me cautivó. Comenzamos a hablar y hablar y yo no hacía otra cosa más que mirarla".
Y fue así que, poco a poco, se enamoraron. El hecho de que habían dejado la vestimenta religiosa no tiene nada que ver con el sentimiento recíproco. El amor entre ellos surgió después, pero evidentemente, el destino lo había decidido así y encaminarse en esa dirección había sido el camino para conocerse.
Después de todo, cuando dos personas están destinadas a pasar la vida juntos, nada podrá impedirlo. Para ellos fue así y sólo le deseamos una buena vida juntos.
