Un hombre se niega a ceder su asiento en el autobús a una mujer embarazada: "Yo también estoy cansado"
Los viajes en autobús son agotadores, especialmente si tenemos que estar parados, sosteniéndonos fuerte de los asideros para no perder el equilibrio en la primera curva, operación aún más compleja si el medio de transporte está muy lleno. Sin embargo, muchas personas eligen de igual manera este medio de transporte por cuestiones económicas y -por qué no- también ecológicas y a veces podemos tener la suerte de encontrar un asiento libre.
Sin embargo, como ya todos saben, el código de ética dice que siempre hay que cederle el asiento a los ancianos, discapacitados y mujeres embarazadas. Sin embargo, un joven hombre estadounidense ha suscitado un revuelo en la web cuando se negó a ofrecer su asiento. Pero comencemos por orden.
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El joven explicó que realiza un turno de trabajo de 10 horas donde la gran mayoría del tiempo se ve obligado a estar parado. Estaba volviendo a su casa después de un largo día laboral y -al tener que esperar por las reparaciones mecánicas de su auto- recorrió otros 20 minutos caminando para llegar hasta la parada del autobús que lo llevaría a su casa. Le dolían los pies y afortunadamente a bordo encontró un asiento libre.
"Después de un tiempo subió una mujer embarazada. Miraba a su alrededor para buscar un asiento para sentarse, sin encontrarlo. Yo estaba más cerca de ella, entonces comenzó a mirarme con ojos suplicantes. Tenía los auriculares y traté de hacer de cuenta que no la había visto, pero cuando comenzó a hablarme fue inevitable", contó. "No fui grosero ni mucho menos, me negué a ceder el asiento, explicando que tuve un largo día y un gran dolor en los pies. Comenzó a llorar diciendo que era una madre soltera embarazada y le respondí que lo lamentaba, pero que fue una decisión suya personal y que no puede esperar que los demás estén de acuerdo con las decisiones de su vida. No es mi culpa si decidiste tener un hijo".
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Después de unos idas y vueltas, un anciano se levantó para cederle el asiento a la mujer embarazada, definiendo al hombre como un "matón" sin valores: "Me di vuelta hacia otro lado haciendo de cuenta que no había escuchado nada. Mientras se cambiaban de asientos, el conductor del autobús debió frenar por algún motivo y la señora embarazada y el anciano se cayeron. Comenzaron a gritarme, insultándome, pero yo me di vuelta y no hice caso", explicó el joven, agregando que contó lo sucedido a su familia y que fue reprochado por su comportamiento.
También la web lo criticó duramente: "No, no le pediste que se embarazara, pero simplemente podías elegir ser amable. Debido a tu egoismo, una persona embarazada y un anciano se cayeron", comentó un usuario.
¿Ustedes qué piensan?
