Una empleada ve a un hombre pobre entrar en un negocio y se le acerca con una caja
En la vida de todos los días realizamos una multitud de acciones y gestos, muchos de estos son mecánicos, necesarios, pero un fin en sí mismos.
Algunas acciones pueden, sin embargo, hacer la diferencia y no es importante que sean necesariamente llamativas o que involucren a cientos de vidas. La mujer protagonista de este relato es un excelente ejemplo: con un pequeño regalo contribuyó significativamente a que sea más dulce la vida de una persona.
Michelle Hada Santiago es una vendedora de un negocio de ropa que fue más allá de sus deberes como trabajadora.
Un hombre anciano había entrado al negocio donde trabajaba la mujer y le había preguntado a uno de los otros vendedores si por casualidad tenían zapatos usados o con algún defecto de fábrica que le pudieran regalar. Lamentablemente la política del negocio no hacía nada referido a esto y el vendedor se vio obligado a darle una respuesta negativa al hombre. El anciano se estaba alejando desilusionado y amargado cuando intervino Santiago.
La mujer, de hecho, había observado al anciano y había notado de que llevaba ropa deshilachada, desgastada por el tiempo y uso excesivo.
Particularmente los zapatos del individuo estaban muy consumidos, visiblemente maltrechos y mucho más allá del límite "de vida" del tipo de prenda. Entonces Santiago, había consultado primero con otro vendedor, informándose sobre lo que quería ese pobre hombre y luego fue inmediatamente a buscar al anciano. "Tendrás zapatos nuevos", le dijo la generosa vendedora.
Marko Milivojevic/pixnio - Not the actual photo
Santiago de hecho había decidido comprar personalmente un par de zapatos al anciano señor, que evidentemente no era capaz de comprárselos, llamando la atención de algunos clientes que estaban presentes en el negocio: estos, al presenciar la escena, se emocionaron frente a ese generoso gesto y ¡decidieron colaborar también con el gasto de los zapatos! Particularmente un cliente había logrado inmortalizar el noble gesto de Santiago (como se puede ver en la primera foto) y posteriormente había publicado la foto en la web.
La foto en cuestión se hizo de dominio público y ha emocionado a muchas personas: un pequeño gesto caritativo, humano y aunque no pueda ser tan decisivo en la vida de alguien, es capaz de todas formas de encender la esperanza, de dar fuerza y apoyo, de transportar, involucrar e inspirar a las personas a que hagan lo mejor posible. Confiamos en que esta hermosa historia tocará los corazones de las personas y que los lleve a todos a ayudar a aquellos que más lo necesitan.