Se niega a perforar las orejas de un recién nacido: estalla la polémica
Son muchas las modas y las formas de expresión que proliferan en nuestra sociedad. Particularmente, están muy de moda, al menos desde hace algunas décadas, los tatuajes y los piercings.
Sin embargo, si bien ya no causa tanto revuelo como antes y por el contrario es considerado más que normal, tatuarse o hacerse un piercing aún requiere que se respeten algunas reglas: por ejemplo, en algunos países se necesita tener la mayoría de edad o tener el permiso por parte de la familia en caso de menores, en otros estas prácticas incluso están prohibidas hasta los catorce años.
No sorprende, por lo tanto, que la solicitud de un cliente haya dejado completamente boquiabierto al protagonista de la historia de hoy.
Adhum Price es un perforador (persona que se ocupa de hacer piercings) de Birmingham que se encontró teniendo una conversación bastante insólita con un cliente.
Adhum cuenta así la escena: "buenas tardes, ¿hacen piercings por casualidad?" Se habría presentado el cliente. "Buenas tardes, sí, los hacemos: somos un estudio de piercing", le respondió Adhum. "Excelente, quisiera perforar las orejas de mi hijo entonces" continuó el cliente. Según el protocolo del estudio, el perforador le habría preguntado al cliente cuántos años tenía su hijo. "Mi hijo tiene dos semanas".
En ese momento, Adhum se vio confundido y confiesa que se tomó unos instantes para formular la respuesta adecuada para ese cliente.
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"No, lo lamento, no puedo perforar las orejas de tu hijo a dos semanas de su nacimiento" comenzó Adhum. "Entonces, ¡¿cuánto tiempo debe pasar para que puedas perforarle las orejas a mi hijo?!" Habría continuado irritado presionando al hombre. En ese momento Adhum dijo que tuvo que "luchar contra sus peores demonios" para poder mantener la calma y ser civilizado.
"Generalmente mi equipo y yo comenzamos a partir de los ocho años como mínimo y también en ese caso nos preocupamos de que realmente sea la voluntad del niño: controlamos que se sienta cómodo en dejarse perforar las orejas y si es consciente de que usamos agujas para este procedimiento, por eso le preguntamos si tiene miedo", había explicado Adhum exasperado. "¡Pero él no tiene ningún problema con las agujas!" había exclamado el cliente enfurecido. Adahm no podía creer lo que escuchaba, "señor, tiene tan sólo dos semanas su hijo: ¡No puede saberlo!" dijo estupefacto. Al final el cliente renunció en su intento, pero Adhum quiso compartir con la web esa extraña experiencia.
Algunos usuarios argumentaron que la petición que le hizo el padre del recién nacido no era tan absurda, pero la mayoría de las personas se pusieron del lado de Adhum y lo felicitaron. ¿Ustedes qué piensan? ¿De qué lado están?