Después de su fallecimiento, descubren que un anciano pagaba a escondidas las medicinas para quienes no podían comprarlas
Siempre es muy triste tener que despedirse de alguien y quien se queda solo puede mantener cerca los bellos recuerdos de la persona fallecida, la única manera para mantenerla realmente "en vida". Gracias hacia su amabilidad hacia la comunidad, el recuerdo del señor Hody Childress, un anciano agricultor de Alabama, Estados Unidos, nunca será olvidado.
El hombre desafortunadamente falleció debido a una enfermedad y en el día de su funeral, sus seres queridos descubrieron un secreto que mantuvo escondido durante años dándose cuenta aún más de lo especial que era este hombre.
via The Guardian
Durante el funeral, Tania -la hija del señor Hody- confesó que su padre pagaba una cuota mensual en la Farmacia de la ciudad para cualquier persona que necesitara ayuda para pagar sus medicinas. Brooke Walker, la dueña de la farmacia, contó entonces la historia detalladamente: "Me dijo que quería permanecer anónimo y que no quería saber cómo era usado su dinero. Siempre le dijimos a quienes lo recibían: "Esto es de parte de alguien que se sintió guiado por Dios para ayudar a otro". Hemos respetado su petición. Donaba 100 dólares por mes, una cifra importante para su bolsillo. Era un hombre modesto".
Con sus donaciones la farmacia podía ayudar a unas dos personas al mes. El señor Hody comenzó a tener problemas de salud, entonces le confió su secreto a su hija Tania, confiándole la tarea de las donaciones. "Cuando me dijo lo que estaba haciendo desde hacía años me quedé sin palabras, no tenía idea de que estaba ayudando a personas con dificultades. Me dijo que el primero de cada mes llevaba un billete de 100 dólares a la farmacia de Geraldine y no quería saber a quién ayudaría con ese billete, sólo quería bendecir a las personas", explicó Tania.
"Una vez llegó al negocio una joven madre soltera. Tanto ella como su hija necesitaban un medicamento que su seguro no cubría. No habían otras alternativas. Cuando le entregué el medicamento con el recibo adjunto, comenzó a llorar. Y no es ni siquiera la mejor parte", contó Brooke. "Varios meses después, regresó para pagar la compra. Quería que el dinero fuera puesto en la cuenta de caridad. No estaba obligada a hacerlo, ni yo quería que lo haga, pero tenía el deseo de ayudar a los demás en situaciones difíciles. Creo que Hody encendió esta chispa en su corazón y la llevará de por vida", agregó.
Brooke contó que muchas de las personas a las que había ayudado a menudo regresaban para pagarle a otra persona: "Estaba creando un efecto dominó, sin siquiera darse cuenta", comentó Brooke. Después de que su hija revelara la generosidad de su padre, la familia, los amigos y otras personas se sintieron inspiradas a querer seguir colaborando para el fondo en la farmacia. Una hermosa manera para honrar la memoria del señor Hody.