Niño de 11 años logra comprar una casa a su familia vendiendo botellas de agua por la calle
Los momentos difíciles tarde o temprano tocan la puerta de todos y no siempre esto es malo: podemos encontrarnos más unidos en momentos de necesidad y sacar a relucir una determinación que no sabíamos ni siquiera que teníamos. En cualquier caso, los obstáculos a los que nos enfrentamos delante de nuestras vidas pueden ser distintos, pero también es verdad que generalmente están relacionados con la edad que tenemos en ese momento: un adolescente afronta problemas distintos de un hombre adulto con familia. Sin embargo, en ocasiones sucede que nos cruzamos con desafíos que van más allá de los esquemas.
La historia de hoy cuenta la increíble tenacidad demostrada por un niño de tan solo 11 años y de cómo, con sus acciones, pudo no sólo detener los problemas, ¡sino incluso lograr un resultado realmente increíble!
via altavista.news
Gabriel es un jovencito de 11 años que tiene dos hermanos más pequeños que él y una madre soltera. La familia estaba en condiciones bastante difíciles: vivían todos juntos en una habitación de la casa de la abuela de Gabriel y también llegar a fin de mes era para ellos una tarea difícil.
La madre realizaba trabajos ocasionales y estaba muy limitada en sus decisiones laborales ya que uno de los hermanos de Gabriel estaba enfermo y necesitaba una asistencia constante. Un día a nuestro Gabriel le salió algo de adentro: comenzó a pensar cómo poder colaborar para mantener a su familia e hizo algo que nunca debe estar a la altura de un niño.
gabrielpequenovendedor/Instagram
Gabriel salió a la calle y trabajó vendiendo botellas de agua por su barrio: el niño había equipado su bicicleta para transportar numerosas botellas con líquido y pedaleaba sin parar por las calles de donde vivía.
El gran corazón de Gabriel, sin embargo, no fue apreciado por todos, hubo quienes también le han puesto palos en la rueda: de hecho, el niño fue denunciado por realizar una actividad "impropia" sin permiso y esto lo obligó a retirarse de la escena laboral. "Yo no creo haberme equivocado: me detuvieron sin haber hecho nada malo, ¡yo estaba trabajando y no robando!" dijo Gabriel en un sitio online creado por alguien emocionado por su historia.
El sitio presentaba también la posibilidad de efectuar donaciones para ayudar al niño y a su familia. Lo que sucedió fue asombroso: fueron muchos los que quedaron afectados por la historia de Gabriel que el sitio logró recaudar una cifra realmente muy importante, ¡cifra tal que le permitió al niño comprar una nueva casa para él y para su familia! Una historia increíble que nos recuerda cómo se puede necesitar realmente poco, incluso unas pocas monedas cada uno, para poder ayudar significativamente a las personas menos afortunadas que nosotros.