Repartidor está furioso por no recibir propina: pone en práctica una particular "venganza" (+ VIDEO)
Disfrutar de una buena comida es fuente de deseo y satisfacción para muchas personas. Si antes era común salir a almorzar o a cenar afuera, quizás a un buen restaurante, ahora se convirtió en una práctica más común la de que te lleven comida a domicilio: gracias a los ritmos frenéticos laborales y una tecnología cada vez más "fácil y veloz" no es extraño dejarse tentar por la opción de pedir comida en lugar de cocinar.
Estamos felices de poder aprovechar de este servicio, pero detrás de este proceso "del pedido y me y traen la comida" en el medio hay una figura realmente importante: la del repartidor. El protagonista de la historia de hoy es un repartidor cuyas acciones los dejarán boquiabiertos.
via www.dexerto.com
La figura del "conductor" a menuda está sujeta a varias polémicas: estos trabajadores a menudo suelen estar mal pagados o remunerados en entregas individuales (sin "un fijo"), no tienen un seguro médico en caso de accidentes y no es extraño que tengan que "luchar" entre ellos para lograr obtener un buen número de pedidos para entregar.
El hombre en cuestión es un conductor, que quedó muy desilusionado por la decisión de un cliente: al abrir su aplicación para efectuar la entrega pudo inmediatamente tener alguna información esencial para él, a qué dirección llevar la entrega, obviamente, la distancia estimada para llegar a destino y...la propina.
El conductor pudo comprobar que para el pedido que debía entregar, en este caso una comida de sushi, debía hacer más de 11 kilómetros y ganaría tan sólo 2,50 dólares. Ninguna propina lo esperaba.
Y si en algunos países la propina no es obligatoria y en otros hasta es considerada de mal gusto, hay lugares donde forma parte de la cuenta o se da por sentado que siempre se le de al encargado de turno. Nuestro protagonista no se tomó bien la noticia de no haber recibido ninguna propina y decidió llamar personalmente al cliente y enfrentarlo.
El conductor entonces le preguntó al cliente, si como no tenía ninguna propina en la aplicación, si tenía la intención de dársela en persona en efectivo. El hombre del otro lado del teléfono se sintió sorprendido y en apuros ante esa pregunta y al final simplemente explicó: "Son tiempos difíciles" confirmando que entonces no le daría, ni siquiera una vez hecha la entrega, dinero de más. En ese momento el trabajador terminó bruscamente la llamada ya sabiendo qué hacer.
El hombre, como se puede ver en el video, maneja su auto, pero no hacia el destino de su cliente: lo vemos detenerse a bordo de una calle, en un campamento de indigentes y comienza a hablar con uno de ellos: "ey amigo, ¿tienes hambre?" pregunta el conductor, "sí, siempre tengo" le responde el indigente, "ok, entonces tengo algo para ti" y diciendo eso el hombre entregó la comida reservada para su cliente directamente en manos de un desconocido.
Una historia bizarra que perfila, sin embargo, muchos aspectos delicados de nuestra sociedad: hay quienes pagan para tener comida en su domicilio, quienes trabajan para ganársela y quienes ni siquiera pueden alimentarse. ¿Qué piensan de la decisión tomada por el conductor? ¿Comparten su gesto?