"Tengo el cabello con canas desde los 9 años y siempre me lo teñí por vergüenza: ya no más"
Aunque en los últimos años cada vez más mujeres están adoptando tonos platinados realmente muy claros, los actuales cánones estéticos tienden a esconder los "defectos" debidos a la edad, como la aparición de canas: por eso, de hecho, aquellos que se encuentran con un cabello canoso a una temprana edad pueden sentirse incómodos con su color natural.
Lo sabe muy bien la joven Zoë Miolla, que descubrió su primera cana a los 9 años y vio su melena cómo se le encanecía mucho ya a los 12 años. Después de luchar contra esta característica, Zoë decidió cambiar de rumbo y actuar diferente.
via New York Post
Zoë, de West Haven, Connecticut, Estados Unidos, explicó que su padre, Ralph Miolla, de 52 años, vio por primera vez una cana cuando ella tenía nueve años. También él vio sus primeras canas cuando era muy joven, con tan solo 12 años y su abuela Annie Hogan, de 72 años, encontró la suya a los 14: "Siempre pensé que tenían un cabello hermoso y saludable", comentó.
Zoë contó que siempre estuvo muy orgullosa de su cabello, pero en el período de la adolescencia decidió esconderlo: "Fue mi gran inseguridad en la secundaria. Las canas estaban concentradas en la parte superior de mi cabellera. Mis compañeros me decían "abuela". En ese momento era bastante particular. No era como todos los demás. Era una niña grande y gordita y la incorporación de las canas no era lo mejor".
Por eso Zoë decidió teñirse el cabello con la ayuda de su madre, April. Alrededor de los 19 años, cuando comenzó a ir a Ringling College of Art and Design, la joven decidió regresar a su color natural "por curiosidad".
"Iba a la escuela de arte por lo tanto cualquier color de cabello era aceptado. Cuando estaba en la universidad ya tenía un 50% de canas. Después de seis meses mi flequillo era todo gris. Durante un tiempo también me teñí las raíces con colores divertidos. A los 21 años el cabello creció hasta la espalda y pude cortarlo todo. No estaba muy acostumbrada a una melena completamente gris. Fue una extraña sensación", explicó Zoë.
A sus 25 años, sin embargo, la joven luce un look natural y se siente segura de sí misma: "Ahora mi cabello es blanco un 90% y estoy orgullosa. Es mi marca de identidad y lo amo", dijo. Un gran ejemplo de cómo a veces una peculiaridad física puede efectivamente convertirse en una fortaleza.