Está de vacaciones con sus amigas y se da cuenta de que algo no está bien con su matrimonio: cuando regresa se divorcia
A veces algunas relaciones parecen estar en auge a pesar de tener lagunas. A menudo esos obstáculos son ignorados hasta que uno de los dos de la pareja tiene la oportunidad de detenerse y pensar y, después de haber hecho un balance de su vida, descubre que lo que consideraba "perfecto" tiene serios problemas que no pueden resolverse.
Es lo que le sucedió a Stephanie Hanson, una madre británica de cuatro hijos. La mujer, de 40 años, tuvo una epifanía sobre su matrimonio durante un viaje de 10 días en Grecia. Cuando regresó, de hecho, decidió poner fin a la relación y pidió inmediatamente el divorcio.
via NYPost
Stephanie se había ido de vacaciones con sus mejores amigas a Kefalonia para festejar su cumpleaños número cuarenta y se dio cuenta que no extrañaba a su esposo: "En el hotel tuve un momento de claridad sobre el hecho de que en mi matrimonio siempre había sido infeliz. Me estaba divirtiendo mucho con mis amigas y el pensar en regresar a casa con mi esposo me angustiaba. Recuerdo que extrañaba mucho a mis hijas, pero no a mi esposo", contó.
Cuando llegó a su casa, Stephanie inmediatamente afrontó la situación: "Cuando regresé a casa, puse fin a mi matrimonio y me di cuenta que había tomado la decisión correcta cuando vi la reacción de mi ahora exesposo", contó. La mujer vio su divorcio como una oportunidad para renacer.
Después de dejar a su exesposo, Stephanie decidió volver a cuidarse a sí misma, comenzando por su aspecto físico: "Las fotos de las vacaciones me hicieron darme cuenta del pésimo estado físico en el que me encontraba, por lo que empecé a entrenar en casa y a cambiar mi dieta", explicó Stephanie. Mientras estaba trabajando en su aspecto físico, la mujer conoció a un hombre llamado David a través de Facebook y desde entonces los dos se enamoraron. "Inmediatamente nos llevamos bien. Lo conocí a mitad de mi camino fitness, pero a él no le importaba, le gustaba así como era", contó.
Stephanie de todas maneras no renunció a su camino de adelgazar y siguió con su ejercicio físico y su dieta, pasando de 107 kilos a 76: "Inicialmente fue difícil, pero la motivación de querer dar vuelta de página me hizo seguir adelante. Si no me hubiera ido de vacaciones, aún estaría bloqueada en un matrimonio con un hombre que ya no amaba, no podría estar más feliz de donde estoy ahora", comentó Stephanie.
Una decisión valiente que la empujó a buscar -y a encontrar- la verdadera felicidad.