Compra por internet chupetes nuevos para su hija: apenas llegan se da cuenta que son usados
El paso del tiempo y la modernidad han visto desarrollarse cada vez más al mundo de internet y todo lo que puede hacerse a través de esta conexión. Una de las cosas que ha tomado fuerza y se fue intensificando cada vez más, es la posibilidad de hacer compras en cualquier sitio web y recibirlas cómodamente desde tu casa. El único problema que puede surgir es el de encontrar en nuestras manos un artículo que no es exactamente como lo imaginábamos.
Sabe algo de esto la madre en el centro de esta historia que, después de haber comprado un objeto de uso diario para su hija, se dio cuenta que algo no estaba bien. Les contamos mejor.
via Daily Mail
La historia tuvo como protagonista a Lindsey Macrae, una madre de 30 años que vive en Glasgow. La mujer, como muy a menudo nos sucede a muchos de nosotros, hizo una compra por internet de chupetes nuevos para su hija. Al no ser la primera vez que compraba en esa página, se sintió bastante segura de seguir adelante. Cuando, sin embargo, algunos días después recibió su pedido, se enfureció y decidió hablar de ello en la web.
Lindsey publicó un largo mensaje en su cuenta de Facebook, con la foto del artículo recibido, para mostrarles a los usuarios lo que había sucedido.
"Pedí dos chupetes nuevos para mi hija Aria de 2 años -contó- Me los entregó como siempre el cartero con extrema puntualidad, pero cuando los abrí vi algo que me dio asco: los chupetes ya estaban usados. Así es -continuó- No sólo el paquete se podía abrir fácilmente y mi hija pudo hacerlo solo, sino que además estaban todos masticados y tenían un mal olor, lo que significaba que no eran absolutamente nuevos".
Luego de un control más detallado, esta madre consideró bastante peligroso el envío de tal producto en ese estado, motivo por el cual decidió llamar inmediatamente al servicio de atención al cliente para informar el asunto. Desde la empresa llegaron muchas disculpas, la oferta de un reembolso y también un vale para gastar en futuras compras.
Lindsey, sin embargo, no estaba satisfecha, ya que argumentó que su hija podría habérselo metido inmediatamente en la boca y esto no hubiera sido para nada saludable. Esto no solamente por la higiene, sino también porque estaban tan desgastados que algunos pedazos estaban por romperse y podrían haber causado problemas más graves.
Afortunadamente todo se resolvió de la mejor manera y no hubo consecuencias para la pequeña Aria. Esta historia, sin embargo, nos enseña que confiar en la web para cualquier tipo de compra es muy cómodo, pero hay que estar atentos también a que la calidad de los productos sea la adecuada.
¿Alguna vez has devuelto un artículo porque estaba visiblemente usado?