Esta mujer vivió durante mucho tiempo en la calle: ahora logra ganar 1 millón de euros
A veces la vida nos pone frente a obstáculos aparentemente insuperables: muchos problemas parecen más grandes que nosotros, pero con sacrificio y sobre todo esperanza es posible superar todo. Las circunstancias más difíciles, de hecho, pueden empujarnos a encontrar soluciones creativas y descubrir nuevas oportunidades donde parecía que no había.
La historia de Marleide Monteiro es realmente increíble. Originaria de Itabaiana, Sergipe, Brasil, vivió durante muchos años en la calle, afrontando muchas dificultades y desafíos durante su vida. Sin embargo, nunca se rindió y siempre tuvo el sueño de trabajar en la industria alimentaria.
via Globo
Cuando Marleide tenía tan sólo 8 años, su vida tomó un giro dramático: su madre desapareció y ella y sus hermanos se vieron obligados a vivir con familiares muy pobres que terminaron abandonándolos, dejando a los chicos en la calle, sin ningún tipo de ayuda. Marleide explicó que no quería pedir limosna, entonces con sus hermanos encontró una manera para ganar dinero dignamente. Así, comenzaron a "vender asientos en fila" en el INSS, una agencia de seguridad social brasileña: dormían en la fila para ser los primeros en ser atendidos y luego vendían su lugar a aquellos que quería recibir asistencia.
A pesar de las dificultades de su situación, Marleide no se dio por vencida y siguió luchando para mejorar su vida y la de sus hermanos. A los 12 años, comenzó a trabajar como ayudante en una pizzería y gracias a su dedicación y a su sacrificio, impresionó a los dueños. Se le dio luego la oportunidad de hacer su primer pizza, abriendo el camino para su futura carrera como cocinera exitosa.
En 1997, Marleide comenzó a vender bocadillos por la calle y dio un increíble giro a su vida. Decidió concentrarse en la venta con la ayuda de los porteros en los edificios, una idea innovadora que resultó muy exitosa. Como ella misma ha relatado, cuando llegó a Santos escribió su nombre, "Marleide", con esmalte de uñas en un paño de cocina y comenzó su negocio en la calle. Sin embargo, no tenía muchos clientes y nadie parecía tener confianza en ella. Fue allí entonces, que tuvo la idea de pedir ayuda a los porteros de los condominios aledaños: "eran mis YouTube e Instagram en ese momento", comentó irónica. Desde ese momento en adelante, el negocio de Marleide creció enormemente.
Gracias al pasapalabra, la mujer primero abrió un puesto y luego un negocio de comida. Hoy logró abrir una red de cinco tiendas en los puntos principales de la costa de San Pablo, facturando aproximadamente 1 millón de euros. La historia de Marleide demuestra que, a pesar de las dificultades, es posible superar las adversidades y lograr el éxito con determinación y sacrificio. Su experiencia nos enseña que el trabajo duro y la perseverancia pueden llevar a grandes resultados, incluso cuando se comienza en situaciones difíciles.