Padres no aceptan a su hijo y lo dejan en el hospital recién nacido: enfermera lo adopta
No se sabe nunca lo que nos depara el destino: a veces nos sorprenden con acontecimientos felices, otras veces son infelices. Al final todo forma parte de la vida y sólo nos queda trabajar para elegir cómo reaccionar a tales circunstancias: es esto lo que importa.
Además, lo que nos sucede es muy relativo y subjetivo: puede ser visto como negativo para algunos y positivos para otros. Como el nacimiento de un hijo, por ejemplo, que puede ser fuente de alegría o de una crisis. En esta historia la llegada de un pequeño no fue bien interpretada por sus padres. Les explicamos por qué.
via Infobae
La pareja quería ardientemente tener un hijo y desde el primer momento de la hermosa noticia estaban muy felices. El embarazo fue muy bueno y también el parto no tuvo complicaciones. Todo era perfecto, hasta que se dieron cuenta que el pequeño tenía síndrome de Down.
Las varias ecografías realizadas anteriormente no habían mostrado ninguna señal de una similar posibilidad y por eso los padres quedaron estupefactos por esa inesperada verdad. El bebé había nacido en el Sanatorio Mater Dei de Buenos Aires, en Argentina, un hospital con una fuerte presencia de figuras religiosas como las monjas.
Ni siquiera para ellas había la más mínima forma de convencer a la madre a que haga lo correcto.
Krista Guenin/Flickr - Not the actual photo
La mujer "devolvió" el certificado de nacimiento del recién nacido y exigió que se la quitaran: de esa criatura no quería saber nada, por lo que la pareja dejó el edificio abandonando al pequeño.
Afortunadamente las enfermeras comenzaron a hacerse cargo del bebé dándole todas las atenciones y el amor que merecía. Inicialmente el bebé debía llamarse Franco, como había sido planificado por sus padres biológicos, pero al final fue nombrado Santiago.
Marcela Casal Sanchez era una de las enfermeras que estaba cuidando a Santiago y quedó particularmente desconcertada por el comportamiento de esos padres: en muchos años de carrera jamás le había sucedido ver a una pareja dejar a un hijo en el hospital yéndose indiferentes, por lo que decidió hacer su jugada.
La mujer se había encariñado con esa dulce criatura y entonces decidió ¡pedir la adopción! Los procedimientos, las trabas burocráticas para esa práctica eran realmente un obstáculo enorme y además Santiago ya había sido asignado a otra familia de acogida. Pero Sanchez no perdió las esperanzas y siguió luchando duro para convertirse en su nueva madre. Al final tuvo éxito en su intento e incluso los jueces en la sala del tribunal se conmovieron junto a ella al aprobar esa sentencia.
Esta maravillosa historia nos recuerda que traer un hijo al mundo está al alcance de casi todos, ser padres no. ¿Ustedes qué piensan de esta historia?
